Mike Johnson declaró que está a favor de que Ghislaine Maxwell testifique ante el Congreso.
El presidente de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, Mike Johnson, está «a favor de la transparencia» sobre el caso de Jeffrey Epstein y quiere que la fiscal general, Pam Bondi, «explique a todos» lo que tenía sobre su escritorio cuando habló en febrero de documentos relativos al asunto que muchos dieron por la misteriosa lista de clientes del empresario, que fue acusado de tráfico y abuso sexual de menores antes de ser encontrado muerto en su celda en 2019.
«Es un tema muy delicado, pero deberíamos sacarlo todo a la luz y dejar que la gente decida. Quiero decir, la Casa Blanca y el equipo de la Casa Blanca están al tanto de los hechos que yo desconozco», indicó Johnson este martes en una entrevista con el ‘influencer’ de derecha Benny Johnson.
El legislador también se pronunció a favor de que Ghislaine Maxwell, expareja y cómplice del magnate, que cumple una condena de 20 años por su participación en una red de trata de menores, testifique ante el Congreso.
Johnson añadió que es preciso cerrar este asunto cuanto antes, porque, en lugar de seguir gastando sus recursos en el caso de Epstein, el Departamento de Justicia necesita centrarse en el crimen y en otras prioridades, incluidas las elecciones y la investigación de ActBlue, la principal plataforma de recaudación de fondos de los demócratas.
«Así pues, resolvamos este asunto para que [los del Departamento de Justicia] puedan ocuparse de los crímenes violentos y la seguridad pública y la integridad electoral y perseguir a ActBlue y tratar las cosas que más le preocupan al presidente, al igual que a nosotros», resumió.
Johnson se pronunció sobre el caso en medio de la tensión entre los partidarios de Trump y su lema ‘MAGA’, muchos de los cuales instan a la Administración a publicar todos los archivos relacionados, frentes la renuencia del propio mandatario a abordar el asunto.
El caso Epstein: contradicciones y nuevos detalles
Al inicio de su segundo mandato, el presidente Donald Trump prometió desclasificar documentos clave del caso Epstein, figura central de uno de los escándalos más controvertidos en el país norteamericano. Sin embargo, las primeras divulgaciones solo incluyeron información ya conocida públicamente. Desde entonces, se han producido extrañas contradicciones en el manejo de la investigación por parte de las autoridades, lo que ha avivado las teorías de conspiración y generado malestar en parte del movimiento MAGA.
El aspecto que causó más polémica fue la ausencia de la lista de clientes del empresario, que, según la fiscal general Pam Bondi, en febrero se encontraba sobre su escritorio, pendiente de revisión.
No obstante, el Departamento de Justicia y el FBI negaron la semana pasada la existencia de esa lista y concluyeron que el depredador sexual Epstein se suicidó en su celda el 10 de agosto de 2019, descartando las versiones que sugieren que fue asesinado para evitar que revelara los nombres de alto perfil de sus clientes.
Como prueba, las autoridades presentaron una grabación de las cámaras de vigilancia de la celda de Epstein, pero la cinta —de casi 11 horas— mostró un salto inexplicable: el indicador pasa abruptamente de las 11:58:58 p. m. a las 12:00:00 a. m., lo que ha generado nuevas interrogantes.
A su vez, el sábado pasado, el propio Trump culpó a varios de sus opositores políticos de fabricar documentos relacionados con el caso Epstein; en particular al expresidente Barack Obama; a la exsecretaria de Estado Hillary Clinton; a los exdirectores del FBI y la CIA, James Comey y James Brennan, respectivamente; así como a miembros de la administración de Joe Biden.