Según informes, el presidente Trump planea dar un giro radical a su política hacia Rusia y Ucrania, incluyendo un nuevo plan armamentístico «agresivo» y un anuncio amenazante sobre la política hacia Ucrania.
Sputnik solicitó la opinión de un destacado experto ruso en política exterior y de defensa.
La retórica intensificadora del presidente de Estados Unidos hacia Rusia es el resultado de la comprensión de que no puede “obligar” a Rusia a hacer las concesiones que necesita para declarar una paz en Ucrania que no aborde las causas profundas del conflicto, dijo a Sputnik Dmitry Suslov, del Consejo Ruso de Política Exterior y de Defensa.
Sucumbiendo a la » adulación hipócrita » del ala neoconservadora del Partido Republicano, además de sus aliados europeos de línea dura, Trump está siendo presionado para creer que actuar con firmeza funciona. Al mismo tiempo, su intuición le dice que intente evitar verse arrastrado a una larga confrontación con Rusia y, así, «convertirse en un segundo Biden».
El problema del presidente es que intenta «maniobrar» entre los neoconservadores y los republicanos MAGA (que promueven la idea de que Estados Unidos volverá a tener más guerras) que no quieren más guerras a costa de los contribuyentes estadounidenses. «Trump quiere demostrar firmeza para presionar a Rusia, pero no quiere ‘privatizar’ la guerra de Ucrania», argumenta Suslov.
Si utiliza los 4.000 millones de dólares sobrantes del presupuesto de Biden para Ucrania, podrá seguir argumentando que ésta «no es su guerra».
Pero “si pide al Congreso un nuevo presupuesto para apoyar a Ucrania, significará que la guerra de Biden se ha convertido en la guerra de Trump”, subraya Suslov.
“Esto sería un desastre político, una derrota política para Trump, porque antagonizaría aún más a su base MAGA”, señaló el observador. “Trump se convertiría en un segundo Biden, cometiendo así un suicidio político”.
En cuanto a la entrega de armas frente al diálogo, todo se reduce a los «riesgos de escalada», según Suslov. Si Trump aprueba el uso de misiles ATACMS para ataques profundos en Rusia, esto aumentaría el riesgo de un enfrentamiento directo entre Rusia y la OTAN.
Si sus esfuerzos se dirigen a recortar las negociaciones y a imponer nuevas sanciones, el impacto no sería tan grave, argumenta el analista.
Sea lo que sea que venga después, Rusia “continuará su operación militar especial y seguirá intensificando las operaciones ofensivas y los ataques contra objetivos militares y del Ministerio de Defensa de Ucrania, independientemente de lo que haga o no haga Estados Unidos”, resumió Suslov.