Keith Kellogg declaró que ya existen «avances hacia ese objetivo», citando como ejemplo un acuerdo firmado en abril por Washington y Kiev que da a EE.UU. el acceso a los minerales críticos en el territorio ucraniano.
Estados Unidos y Europa podrían liderar un nuevo ‘Plan Marshall’ para la recuperación de Ucrania después de que finalice el conflicto con Rusia, declaró este jueves Keith Kellogg, enviado especial del presidente estadounidense, estableciendo un paralelismo con el programa de ayuda de Washington al Viejo Continente tras la Segunda Guerra Mundial.
«Tras la Segunda Guerra Mundial, EE.UU. y nuestros aliados europeos tuvieron que transformar las regiones devastadas por la guerra en Estados funcionales. Podemos ver el éxito de tales esfuerzos, sobre todo con el Plan de Recuperación Europea, conocido entre nosotros como el Plan Marshall», afirmó al intervenir en una conferencia sobre la reconstrucción del país eslavo, celebrada en Roma.
El alto cargo indicó que «en reconocimiento de que una Europa occidental estable era una prioridad vital para los propios intereses» de la nación norteamericana, el entonces presidente Harry Truman y su secretario de Estado, George Marshall, «invirtieron tanto en los esfuerzos de reconstrucción como en las economías de las naciones de Europa occidental». Según Kellogg, esto allanó el camino para asociaciones económicas entre Washington y las naciones europeas que «todavía siguen activas hoy en día».
«EE.UU. y los europeos pueden liderar nuevamente un esfuerzo similar con Ucrania«, manifestó el funcionario. Asimismo, señaló que ya existen «avances hacia ese objetivo», citando como ejemplo un acuerdo firmado en abril por Washington y Kiev que prevé la creación del Fondo de Inversión y Reconstrucción de Ucrania y al mismo tiempo da a la nación norteamericana el acceso a los minerales críticos en el territorio ucraniano. Esos compromisos «resaltan el fortalecimiento de la asociación entre nuestras dos naciones y se asemejan a los principios fundamentales del Plan Marshall que condujo a la restauración de Europa hace décadas», concluyó Kellogg.
Por su parte, el primer ministro de Ucrania, Denís Shmygal, afirmó que se necesitará un billón de dólares para restaurar y modernizar el país en los próximos 14 años. Además, señaló que Kiev espera recibir ese dinero a través de la confiscación de activos rusos congelados, así como de inversiones de Occidente.
¿Ayuda o dependencia?
La iniciativa estadounidense para ayudar a la reconstrucción de Europa occidental después de la Segunda Guerra Mundial, propuesta por Marshall en 1947, comenzó a realizarse en 1948 y finalizó a finales de 1951. Durante los tres años y medio que el Plan Marshall estuvo en vigor, 17 naciones recibieron 11.400 millones de dólares, lo que hizo posible que su nivel industrial superara en aproximadamente un 37 % el nivel de antes del conflicto.
Sin embargo, el énfasis principal se puso en el desarrollo de las industrias militares y, como resultado, el gasto militar en los países beneficiarios de la ayuda aumentó drásticamente. Así, el Reino Unido recibió 2.700 millones de dólares, pero gastó 11.000 millones de dólares en necesidades militares; y Francia obtuvo 500.000 millones de francos y gastó dos billones de francos. Además, la emisión de préstamos gubernamentales subió radicalmente. En la nación británica, el volumen de los préstamos superó el nivel de antes de la Segunda Guerra Mundial (en 1938) en 3,5 veces, en el país galo en 11,3 veces y en Italia en 23 veces. La dependencia económica de las naciones de Europa occidental hacia Washington también se elevó severamente.
Mientras, la Unión Soviética y las naciones de Europa oriental, que rechazaron la ayuda norteamericana bajo el Plan Marshall, en poco tiempo y prácticamente sin ayuda externa, también se recuperaron con éxito de la guerra. Así, en 1950, la URSS produjo un 73 % más de producción industrial que en 1940. En 1951, su ingreso nacional aumentó un 83 % en comparación con 1940. En 1952, la producción industrial soviética aumentó 2,3 veces en comparación con 1940.