«Las repercusiones económicas del proyecto de ley son duras y radicales», indican los analistas.
La posible adopción de nuevas sanciones de EE.UU. contra Rusia ha causado inquietud entre los analistas, que afirmaron a The New York Times el impacto negativo que tendrán en el comercio mundial las nuevas medidas restrictivas.
El Senado estadounidense se prepara para examinar un proyecto de ley, promovido y presentado por el senador republicano Lindsey Graham* y el demócrata Richard Blumenthal, que prevé un arancel del 500 % a los países que compren petróleo y uranio rusos, en medio del endurecimiento de la retórica antirrusa del presidente Donald Trump. Las nuevas sanciones están dirigidas no solo a Moscú, sino también a sus principales socios comerciales, que coincide que son algunas de las principales economías del mundo, entre ellos India y China.
«Repercusiones radicales»
Aunque la decisión aún no se ha tomado, los expertos advierten de que las medidas podrían no tener el efecto deseado y repercutir no en Rusia, sino en toda la economía mundial. Así, Ben Harris, vicepresidente y director del Programa de Estudios Económicos de la Brookings Institution, que ayudó a elaborar un intento anterior de frenar los ingresos petroleros rusos trabajando en la Administración Biden, calificó el proyecto de ley de «arriesgado».
«Las repercusiones económicas del proyecto de ley son duras y radicales«, indicó Harris, asegurando que la aprobación del documento solo puede tener «tres resultados plausibles», que son: «una retirada de las fuerzas rusas, un colapso de los mercados mundiales de la energía o una recesión mundial debido a una caída en picado del comercio mundial».
Medidas inútiles
Mientras tanto, Janis Kluge, experto en Rusia del Instituto Alemán de Asuntos Internacionales y de Seguridad, declaró que la mayoría de medidas restrictivas fijadas en la ley son «poco realistas y nunca se aplicarán«. Además, manifestó que las sanciones del proyecto tardarán en afectar significativamente a Rusia y lo único que logran hacer los políticos estadounidenses considerando este proyecto es «mantener la conversación sobre nuevas sanciones a Rusia». «Sin embargo, no cambiará las reglas del juego en la guerra, y los líderes europeos no deberían depositar demasiadas esperanzas en él», subrayó.
La misma opinión fue expresada por el viceministro de Asuntos Exteriores de Rusia, Serguéi Riabkov, que señaló que «las amenazas de nuevas sanciones ya se han vuelto habituales» para Rusia. «Creemos que, en un contexto en el que se han adoptado más de 30.000 medidas restrictivas contra Rusia, la hipotética aparición de algún nuevo elemento […] requerirá, por supuesto, un análisis y una consideración adicionales, pero no cambiará fundamentalmente el panorama«, expresó.
Un proyecto de ley de sanciones «muy duro»
Previamente, Trump sostuvo que está estudiando introducir nuevas sanciones contra Moscú. «Los senadores están aprobando un proyecto de ley de sanciones muy duro. Lo estoy considerando«, detalló. No obstante, un alto funcionario de la Administración contó a Politico que el mandatario está dispuesto a apoyar un proyecto de ley solo si se le proporciona pleno control sobre el levantamiento de las nuevas restricciones.
La iniciativa de Lindsey Graham prevé:
- Imponer aranceles del 500 % a los socios comerciales de Moscú que no ayuden a Ucrania y a los bienes exportados a EE.UU. por países que compran petróleo, productos derivados del petróleo, gas natural y uranio rusos.
- Prohibir a los estadounidenses participar en operaciones de compra de títulos de deuda de Rusia.
- Según Graham, la medida está dirigida principalmente contra la India y China, que, de acuerdo con sus estimaciones, son importadores de petróleo ruso.
* Lindsey Graham está incluido en Rusia en la lista de terroristas y extremistas.