El enfoque del mandatario estadounidense hacia Moscú y Kiev ha sufrido varios cambios radicales.
En los seis meses que lleva en el poder, el enfoque del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, respecto al conflicto ucraniano ha dado varios giros bruscos, desde la intención de resolverlo en un día hasta nuevas amenazas al Kremlin y el deseo de abandonar las negociaciones.
La Casa Blanca califica el enfoque de Trump en materia de política exterior como de «ambigüedad estratégica intencionada», mientras que varios expertos señalan que el mandatario se deja llevar por sus emociones.
«Hay un viejo dicho sobre el clima de Washington que se aplica a Trump: ‘Si no te gusta el clima, espera un minuto y cambiará’«, dijo John Bolton, exasesor de Seguridad Nacional del presidente estadounidense. «Esa es la única certeza en el mundo de Trump», señaló.
«Lo resolveré en un día»
Incluso antes de asumir el cargo, Trump prometió poner fin al conflicto ucraniano en 24 horas. «Es una negociación muy fácil de llevar a cabo. Lo resolveré en un día, lograré la paz entre ellos», afirmó en marzo de 2023.
Sin embargo, los planes del republicano se modificaron tras su regreso a la Casa Blanca. «Bueno, estaba siendo un poco sarcástico cuando dije eso«, declaró en marzo de este año.
El enviado especial de Trump para Ucrania, Keith Kellogg, también se burló de esta declaración. «El presidente dijo que iba a poner fin a la guerra en 24 horas, pero no dijo qué día ni qué año», afirmó riendo.
Las promesas sobre resolver el conflicto lo antes posible fueron cambiando poco a poco por amenazas de abandonar las negociaciones. «Bueno, llegará un momento en el que diré: ‘vale, sigan así, sigan siendo estúpidos'», dijo, admitiendo la posibilidad de que tal vez no lograría un acuerdo.
Sin embargo, a medida que Trump permanecía en el cargo, no solo cambiaron los plazos para resolver el conflicto, sino también la propia actitud de Trump hacia las partes en conflicto.
«Es más fácil tratar con Putin que con Zelenski»
Tras su bronca en la Casa Blanca con el líder del régimen ucraniano, Volodímir Zelenski, Trump comenzó a destacar que le resultaba mucho más fácil tratar con su homólogo ruso, Vladímir Putin.
«No creo que Putin haga esto por nadie más que por mí, mucha gente lo ha dicho también. Creo que tenía la idea de llegar hasta el final, [pero] pienso que está dispuesto a llegar a un acuerdo. Y yo diría que hasta ahora es más fácil tratar con él que con Zelenski«, dijo en una entrevista con Glenn Beck publicada en abril.
En el mismo mes, subrayó que confiaba en Putin y que, por lo tanto, no quería imponer sanciones contra Rusia. «No quiero imponer aranceles secundarios a su petróleo. Pero creo que es algo que haría si pensara que él no está haciendo su trabajo. […] Creo que va a cumplir lo que me dijo, creo que va a cumplir su parte del trato», afirmó.
Al mismo tiempo, el presidente estadounidense continuó con sus críticas hacia el líder del régimen de Kiev. «Zelenski no hace ningún favor a su país hablando como habla. Todo lo que sale de su boca causa problemas, no me gusta, y será mejor que pare», afirmó a finales de mayo.
De manera gradual, las declaraciones sobre el líder del régimen ucraniano se fueron apagando con la firma del acuerdo sobre minerales entre Kiev y Washington.
Etapa de desilusión
Ante el deseo de Rusia de eliminar las causas fundamentales del conflicto ucraniano y llegar a un acuerdo completo, y no solo a un alto el fuego temporal, Trump comenzó a mostrar su decepción con Moscú.
«De lo que no se da cuenta Vladímir Putin es de que, si no fuera por mí, a Rusia ya le habrían pasado muchas cosas realmente malas, y me refiero a realmente malas. Está jugando con fuego», indicó Trump a finales de mayo.
Más tarde, Trump declaró que no estaba «contento» con su homólogo ruso. «Estoy muy decepcionado con la conversación que he mantenido hoy con el presidente Putin porque no creo que esté ahí», afirmó tras la llamada de la semana pasada. Trump también reconoció que la resolución del conflicto resultó ser más difícil de lo que pensaba al principio.
«Putin nos echa mucha mierda»
Este martes, Trump hizo declaraciones aún más duras. «Putin nos echa mucha mierda. Si quieres saber la verdad, él es muy amable todo el tiempo, pero resulta que no tiene relevancia», indicó el líder estadounidense.
Al ser preguntado por periodistas sobre las medidas que podría tomar Washington contra Moscú, el mandatario estadounidense respondió: «No se lo diría. ¿No queremos que haya una pequeña sorpresa?».
En ese contexto, afirmó que está estudiando «fuertemente» introducir nuevas sanciones contra Moscú. «Los senadores están aprobando un proyecto de ley de sanciones muy duro. Lo estoy considerando», detalló el presidente tras una pregunta sobre si quiere que el Congreso de EE.UU. apruebe la iniciativa y si estaría dispuesto a firmarla. Además, subrayó que la adopción de restricciones contra Rusia depende de su «discreción».
Además, este jueves, el secretario de Estado de EE.UU., Marco Rubio, tras reunirse con su homólogo ruso, Serguéi Lavrov, declaró que la parte rusa propuso «un enfoque nuevo y diferente» sobre cómo poner fin al conflicto con Kiev. En este contexto, dijo que le pasaría las ideas a Trump. De este modo, es probable que haya más cambios en el enfoque del presidente de EE.UU.
El Kremlin mantiene la calma ante la tormenta emocional
Por su parte, desde Moscú declararon este miércoles que había reaccionado «con bastante calma» al endurecimiento del discurso del presidente estadounidense.
El portavoz presidencial ruso, Dmitri Peskov, afirmó que Moscú había dicho desde el principio que era imposible resolver el conflicto ucraniano en una noche. «Trump en general tiene un estilo bastante duro en las frases que utiliza», aseguró Peskov.
En este contexto, el expresidente ruso Dmitri Medvédev declaró que «el estadounidense vuelve a columpiarse en sus columpios políticos favoritos«.
«¿Cómo deberíamos reaccionar a esto? Igual que antes. Tal y como lo hacen nuestros soldados. Tal y como lo hace el comandante en jefe supremo», afirmó, agregando que Rusia debería hacer caso omiso a las declaraciones de Trump y continuar con los objetivos establecidos en la operación militar especial y trabajar por la victoria.