Kazajstán busca alcanzar acuerdo arancelario con Estados Unidos

Astaná, 10 jul. El presidente de Kazajstán, Kasim-Yomart Tokaev, confirmó hoy que su país trabaja y tiene la esperanza de llegar a un acuerdo arancelario con Estados Unidos.

El servicio de prensa presidencial kazajo detalló a los medios de comunicación que el mandatario envió un mensaje a su homólogo estadounidense, Donald Trump, donde expresó su confianza en poder alcanzar compromisos mutuos en el litigio comercial.

La misiva de Tokaev al inquilino de la Casa Blanca responde a los anuncios realizados por Washington el pasado 7 de agosto, cuando Trump firmó una orden ejecutiva que extiende hasta el 1 de agosto la tregua arancelaria para la nación centroasiática y otros países de la región.

La medida del Gobierno estadounidense prevé la aplicación de un impuesto del 25 por ciento a los insumos exportables y materias primas de Japón, Malasia, Corea del Sur y Kazajstán.

A inicios de esta semana, el Ministerio de Comercio kazajo afirmó que la mayoría de las exportaciones nacionales seguirán beneficiándose de una exención arancelaria por tratarse de materias primas clave y bienes estratégicos como petróleo, uranio, plata, ferroaleaciones, tantalio y titanio.

Los análisis realizados por la entidad demuestran que el 95 por ciento de las ventas de productos kazajos a Estados Unidos podrán librarse de las nuevas medidas arancelarias de Trump.

Desde su reelección presidencial, el dignatario del país norteño se dispuso a iniciar una escalada en su guerra comercial global, tal es así que a partir del 2 de abril anunció un arancel base de 10 por ciento sobre las importaciones de todos los países.

Asimismo, comunicó la aplicación de una tarifa más alta para docenas de países que la Casa Blanca consideró los más infractores en materia de barreras comerciales. Cerca de 60 naciones que enfrentan una tarifa recíproca más elevada, lo cual quedó aplazado por 90 días.

Estas iniciativas a juicio de especialistas se han convertido en un boomerang para la economía y el comercio de Estados Unidos, una simulación de la empresa global de análisis financiero Moody’s, refiere que la guerra comercial acabaría con 5,5 millones de puestos de trabajo, elevaría la tasa de desempleo a siete por ciento y provocaría una caída del Producto Interno Bruto.

 

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