Londres y París han firmado un nuevo acuerdo para reforzar la cooperación industrial de defensa entre los dos países.
Londres y París encargarán nuevos misiles de crucero Storm Shadow –conocidos como SCALP en Francia– de mayor letalidad como parte de un nuevo acuerdo firmado este jueves en el marco de la visita del presidente galo, Emmanuel Macron, al Reino Unido, según comunicó el Gobierno británico.
Así, los dos países se comprometieron a construir la próxima generación de misiles antibuque de ataque profundo, que reemplazarán al Storm Shadow, misil de largo alcance que ha sido suministrado a Ucrania, permitiendo al régimen de Kiev atacar objetivos en el interior de Rusia. También se acordó modernizar las líneas de producción existentes en la planta de MBDA en la ciudad británica de Stevenage para reforzar las reservas nacionales.
El tratado también incluye el desarrollo de la próxima generación de misiles aire-aire «más allá del alcance visual» para los aviones de combate de la Real Fuerza Aérea.
Además, el Reino Unido y Francia planean colaborar en el desarrollo de armas de radiofrecuencia de alta tecnología, como armas de microondas e inhibidores, que podrían utilizarse para derribar amenazas como drones y misiles. También «buscarán aprovechar el poder de la inteligencia artificial para hacer que sus misiles y drones sean más letales, desarrollando algoritmos para ataques sincronizados», reza el comunicado.
Cooperación nuclear
Asimismo, Macron y el primer ministro británico, Keir Starmer, están dispuestos a fortalecer la cooperación nuclear entre los dos países y trabajar «más estrechamente que nunca» en materia de disuasión nuclear.
En una declaración recientemente firmada, Londres y París afirmaron por primera vez que «las respectivas medidas de disuasión de ambos países son independientes pero pueden coordinarse, y que no existe ninguna amenaza extrema para Europa que no provoque una respuesta de ambas naciones».
Las autoridades británicas señalaron que esto significa que «cualquier adversario que amenace los intereses vitales del Reino Unido o Francia podría enfrentarse al poder de las fuerzas nucleares de ambas naciones«. «También se reforzará la cooperación entre ambos países en materia de investigación nuclear, al tiempo que colaboran para defender la arquitectura internacional de no proliferación», agregaron.