Cómo Trump está tratando de proteger a sus aliados extranjeros de la justicia

El expresidente brasileño Jair Bolsonaro y el primer ministro israelí Benjamín Netanyahu recibieron en las últimas semanas el apoyo del presidente de EE.UU. mientras enfrentan procesos penales en sus respectivos países.

El presidente estadounidense, Donald Trump, ha defendido a algunos de sus aliados en el extranjero que enfrentan indignación pública o procesos judiciales en sus respectivos países, calificando estos casos como una «caza de brujas».

Recientemente, Trump ha mostrado especial interés en la situación de dos políticos: el exmandatario brasileño y político ultraderechista Jair Bolsonaro, y el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu. Ambos, ideológicamente afines al mandatario estadounidense, mantienen buenas relaciones con él.

Bolsonaro «no es culpable»

Trump defendió este lunes a Bolsonaro, quien ha tenido que responder ante la Justicia brasileña por varios cargos que lo vinculan con una trama golpista. En una publicación en su red social Truth Social, el mandatario estadounidense calificó el proceso judicial de una «caza de brujas», indicando que «Brasil está haciendo algo terrible en su trato al expresidente».

«Él no es culpable de nada, excepto de haber luchado por el pueblo. He llegado a conocer a Jair Bolsonaro, y era un líder fuerte, que realmente amaba a su país, también, un negociador muy duro en comercio», dijo Trump.

Al mismo tiempo, arremetió contra su homólogo brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, acusándole de perseguir a su rival político. «Su elección estuvo muy cerca y ahora está liderando en las encuestas. Esto no es más que un ataque a un oponente político, ¡algo de lo que sé mucho!», puntualizó. «El único juicio que debería estar sucediendo es un juicio de los votantes de Brasil, se llama elección. ¡Dejen a Bolsonaro en paz!», agregó.

Crítica de Lula y agradecimiento de Bolsonaro 

En respuesta, Lula criticó a Trump por inmiscuirse en los asuntos internos de Brasil. «La defensa de la democracia en Brasil es un asunto que compete a los brasileños. Somos un país soberano», escribió en la red social X. El presidente también señaló que Brasil cuenta con «instituciones sólidas e independientes», por lo que ninguna persona judicializada «está por encima de la ley. Especialmente quienes amenazan la libertad y el Estado de derecho». «No aceptamos injerencias ni tutelas de nadie», resaltó.

Por su parte, Bolsonaro agradeció a Trump por su apoyo. «Conviví dos años con el presidente Trump, donde siempre defendimos los intereses de nuestros pueblos y la libertad de todos. Esta demanda a la que respondo es un acoso judicial (Lawfare), clara persecución política, lo que ya entienden todos con sentido común», escribió.

El expresidente brasileño indicó que Trump «pasó por algo parecido«, refiriéndose a varios procesos judiciales en contra del republicano. «Fue perseguido sin piedad, pero ganó por el bien de Estados Unidos y de docenas de otros países verdaderamente democráticos. Su lucha por la paz, la justicia y la libertad resuena en todo el planeta. Gracias por existir y por darnos un ejemplo de fe y resiliencia», manifestó.

Juicio contra Bolsonaro

El Tribunal Supremo Federal de Brasil inició la fase del juicio penal contra Bolsonaro y otros siete acusados por el intento de golpe de Estado que buscó impedir la toma de posesión de Lula en enero de 2023.

La Fiscalía lo acusa de participar en una organización criminal destinada a invalidar los resultados electorales y evitar la asunción de Lula. Bolsonaro calificó las acusaciones de «abominables» y negó haber apoyado acciones violentas. El juicio, aún en curso, podría resultar en una condena de hasta 40 años de cárcel si es declarado culpable.

«Gran héroe «

El otro aliado de Trump, Benjamín Netanyahu, también recibió el respaldo del presidente estadounidense hace dos semanas, mientras enfrenta un proceso judicial por corrupción que arrastra desde 2020. «¡Ha estado viviendo este ‘espectáculo de terror’ desde mayo de 2020, algo inaudito!», declaró el inquilino de la Casa Blanca.

Asimismo, enfatizó que es la «primera vez que un primer ministro israelí en funciones es juzgado», lo que atribuyó a «motivaciones políticas» destinadas, según él, a «causarle un gran daño».

«Semejante cacería de brujas, para un hombre que ha dado tanto, me resulta impensable. Merece mucho más que esto, y el Estado de Israel también. El juicio de Bibi Netanyahu debería ser cancelado de inmediato, o se debería conceder un indulto a un gran héroe que tanto ha hecho por el Estado», valoró.

Además, Trump aseguró que pretende «salvar» a Netanyahu. «Fue EE.UU. que salvó a Israel, y ahora será EE.UU. que salvará a Bibi Netanyahu. ¡Esta parodia de la ‘justicia’ no se puede permitir!», aseveró.

Posteriormente, reiteró su condena al juicio contra el primer ministro, subrayando que «es terrible lo que le están haciendo». «Esta farsa de ‘justicia’ interferirá con las negociaciones tanto con Irán como con Hamás», sostuvo Trump.

Agradecimiento de Netanyahu

Por su parte, el primer ministro israelí agradeció a Trump. «Me ha conmovido profundamente su sincero apoyo a mi persona y su increíble apoyo a Israel y al pueblo judío», manifestó. Al mismo tiempo, Netanyahu afirmó que espera seguir trabajando con el presidente estadounidense para derrotar a sus «enemigos comunes», liberar los rehenes que se encuentran en manos de Hamás y «ampliar rápidamente el círculo de la paz».

Al mismo tiempo, Netanyahu propuso a Donald Trump para el Premio Nobel de la Paz.

Cargos por corrupción

Netanyahu se convirtió en el primer primer ministro israelí en ser procesado estando en el cargo. Enfrenta tres cargos relacionados con fraude, abuso de confianza y soborno.

Sin embargo, su juicio ha sufrido múltiples retrasos desde su inició en mayo de 2020. Netanyahu ha solicitado aplazamientos alegando los conflictos con Hamás en Gaza y con Hezbolá en el Líbano.

Isaac Herzog, presidente de Israel, posee facultades para indultar a Netanyahu, pero según medios locales ha declarado que un indulto «no está actualmente sobre la mesa». El proceso judicial contra el primer ministro comenzó el 3 de junio en un tribunal de Tel Aviv y se estima que podría prolongarse aproximadamente un año.

 

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