‘Problema F-35’: Europa teme que Trump ‘apague el interruptor’ de tecnología militar

Los países del Viejo Continente no tienen alternativas de calidad a los equipos fabricados en la potencia norteamericana.

Entre algunos funcionarios europeos crece el temor a que la Administración del presidente de EE.UU., Donald Trump, pueda algún día ‘apagar el interruptor’ que da acceso a sus tecnologías militares y retenga actualizaciones de software críticas de armas estadounidenses que forman parte de los arsenales de países del Viejo Continente, informa The New York Times.

El medio destaca que los países del Viejo Continente no poseen alternativas de calidad a algunos de los equipos de defensa más necesarios que fabrica la potencia norteamericana, lo que causa el así llamado ‘problema F-35’, en referencia al caza de quinta generación. Las capacidades de este caza furtivo producido por la empresa estadounidense Lockheed Martin no tienen equivalencia en Europa.

Además, NYT recuerda que los países europeos importan de EE.UU. una amplia gama de armamento, incluidos sistemas de defensa antimisiles Patriot, lanzamisiles, drones sofisticados, artillería de largo alcance guiada por satélite, sistemas integrados de mando y control y capacidades de guerra electrónica y cibernética junto con la mayor parte del software necesario para operar todos estos componentes.

Así, a fin de desarrollar la industria de defensa del Viejo Continente, los Estados europeos se han comprometido a casi duplicar sus inversiones militares durante la próxima década, que podrían alcanzar la cifra de 14 billones de euros o 16 billones de dólares. Sin embargo, no está claro que este presupuesto impulse las innovaciones de alta calidad debido a las importaciones estadounidenses.

La discusión sobre el gasto ha adquirido mayor relevancia en medio de la disminución del respaldo de Washington hacia Ucrania. Esta semana, el Pentágono bloqueó el envío de algunos tipos de material bélico que habían sido prometidos a Kiev durante la presidencia de Joe Biden. El propio Trump declaró el jueves pasado que deben evaluarse las reservas de armamento del Ejército de su país antes de ser enviadas a Ucrania. A una pregunta sobre por qué Washington ha pausado las entregas de armas a Kiev, Trump respondió: «No lo hemos hecho».

En este contexto, el ministro de Defensa de Portugal, Nuno Melo, asegura que el país considerará otras opciones para sustituir los cazas estadounidenses F-16 en lugar de la adquisición de los F-35, debido a la reciente posición de EE.UU. «en el contexto de la OTAN y a nivel geoestratégico internacional». «Tenemos que creer que, en todas las circunstancias, estos aliados estarán de nuestro lado», señaló.

Del mismo modo, el nuevo primer ministro de Canadá, Mark Carney, solicitó al ministro de Defensa, Bill Blair, que reevalúe la compra de aviones de combate F-35 a Lockheed Martin, citando un «entorno cambiante». Así, el jefe del Gobierno canadiense pidió a Blair que analice si los cazas de este tipo son la mejor opción para Canadá o si existen alternativas que se ajusten mejor a las necesidades del país.

  • Trump ha expresado en varias ocasiones que espera que los miembros del bloque aporten un 5 % de su PIB para el gasto en Defensa.

 

  • Los miembros de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), con la excepción de España, pactaron durante la cumbre en La Haya (Países Bajos), a finales de junio, el aumento del gasto en Defensa para alcanzar el 5 % del PIB de cada Estado hasta 2035.

 

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