Varsovia, 1 jul. Las autoridades anunciaron hoy la desarticulación de una banda criminal compuesta por cuatro ciudadanos ucranianos, acusados de secuestrar, torturar y extorsionar a migrantes irregulares en Polonia y Letonia.
El grupo, según el Centro de Investigación Criminal de Polonia, operaba mediante secuestros violentos, torturas, extorsión y tráfico transfronterizo, al actuar en coordinación entre Polonia y Letonia.
De acuerdo con el ente, entre las víctimas figuran dos etíopes y tres malienses, todos migrantes en situación irregular.
Según medios locales, el caso evidencia la explotación de migrantes en rutas hacia la Unión Europea, donde redes criminales aprovechan su vulnerabilidad.
El país europeo, que mantiene controles fronterizos reforzados desde 2021, registró mil 200 delitos vinculados a tráfico humano en 2023, según Europol.
Por su parte, la Fiscalía polaca inició procesos por secuestro agravado y trata de personas, con penas de hasta 15 años de prisión, mientras la ONG Grupa Granica denunció que la militarización fronteriza empuja a los migrantes a redes más peligrosas.
Los arrestos ocurren en un momento de tensiones entre Polonia y Ucrania por el bloqueo agrícola y las protestas de transportistas.
Kiev no se ha pronunciado, pero en 2023 extraditó a 12 sospechosos de crímenes similares a petición de Varsovia.