Un embajador chino sostuvo que algunos países se esconden tras la llamada narrativa de la amenaza china para aumentar el gasto en defensa con el fin de «mantener su hegemonía».
Canberra y Pekín deben colaborar para defender conjuntamente el orden mundial basado en el derecho internacional, contribuyendo a la paz y a la seguridad del mundo, en vez de alejarse a causa de discrepancias políticas, afirmó Xiao Qian, embajador de China en Australia.
Comentando el recientemente pactado aumento del gasto en defensa hasta el 5 % del PIB dentro de la OTAN, Xiao expresó que tal retórica, «impregnada en la mentalidad de la Guerra Fría«, solamente crea «abiertamente» división, alimenta una carrera armamentista global y amenaza a la paz y la estabilidad mundiales.
«Al exagerar las tensiones internacionales y regionales y difamar el normal desarrollo militar de China, estos países no buscan más que excusas para aumentar drásticamente su gasto militar, incluso sobrepasando arbitrariamente su ámbito geográfico y su mandato», escribió en un artículo para The Australian, titulado ‘No caigan en la exagerada retórica de la OTAN sobre el gasto en defensa’, subrayando que en 2024 los miembros de la Alianza Atlántica representaron el 55 % del gasto militar total del mundo.
En la misma línea, denunció que detrás de la supuesta amenaza china se esconde realmente «el deseo de ciertos países de mantener su hegemonía» ante la competencia justa y el desarrollo de otros actores internacionales.
Por otra parte, indicó que los Estados miembros de la OTAN intentan incentivar a Canberra a seguir su ejemplo, incrementando su gasto militar, y recordó que los dos países son «importantes socios económicos y comerciales», por lo que las posibles diferencias «nunca deben socavar su amistad». «China y Australia son amigos, no enemigos. Esto nunca debe cuestionarse. China siempre ha fomentado la amistad y la cooperación bilateral con la mayor sinceridad y paciencia, y esperamos que Australia colabore con nosotros en la misma dirección», manifestó el político.
Además, razonó que un aumento en el gasto de defensa tendría un alto precio, especialmente en medio de una crisis del costo de vida. «El drástico aumento del gasto militar supone una pesada carga fiscal para los países involucrados, lo que socava sus esfuerzos por impulsar las economías y mejorar los medios de vida, y tensiona aún más una economía mundial que ya enfrenta una recuperación débil», afirmó.
En paralelo, enfatizó que en los últimos más de 70 años, «China jamás ha iniciado una guerra ni ha ocupado ni un ápice de territorio extranjero», siendo así «el único país que ha incorporado el desarrollo pacífico en su Constitución».