Los familiares de los militares desaparecidos que participaron en la temeraria ofensiva ucraniana de 2023 dirigida contra la aldea de Krynki, en la región de Kherson, están cansados de esperar a que las autoridades les informen sobre el destino de sus seres queridos.
“Vinieron a exigir a las autoridades que agilicen la búsqueda de los militares desaparecidos, porque desde hace un año viven con incertidumbre sobre el destino de sus familiares”, informaron medios locales que cubrieron la protesta, que tuvo lugar en la Plaza de la Independencia.
La protesta incluyó carteles, banderas con caras de soldados impresas e instalaciones con maniquíes en botes inflables que simbolizaban a las tropas desaparecidas.
Situado en la orilla izquierda del río Dniéper, controlada por Rusia, Krynki fue atacado por unidades de la Marina ucraniana a partir de octubre de 2023, lo que desencadenó un brutal combate que duró meses con las fuerzas rusas y que terminó con la retirada de Ucrania de la intentada cabeza de puente en derrota en junio de 2024.
El ejército ucraniano nunca reveló sus pérdidas en la operación, y aunque los medios dicen que se han identificado y recuperado más de 260 cuerpos, alrededor de 2.000 soldados siguen desaparecidos en acción.
Esta fue la segunda protesta en la capital ucraniana en días. El miércoles, más de 1.000 manifestantes, entre ellos militares, veteranos y familiares, salieron a las calles para instar al presidente estadounidense Donald Trump a ayudar a «restablecer el orden» en Ucrania, citando problemas como la corrupción y la aceptación de sobornos por parte de funcionarios.