El enfrentamiento entre el presidente de EE.UU. y el fundador de SpaceX ha creado posibles oportunidades para la compañía aeroespacial Blue Origin.
El fundador y propietario de la empresa de transporte aeroespacial Blue Origin, Jeff Bezos, está tratando de aprovechar la discordia entre el presidente estadounidense, Donald Trump, y el director de SpaceX, Elon Musk, informa The Wall Street Journal, citando a personas familiarizadas con el asunto.
Bezos habló al menos en dos ocasiones este mes con el líder republicano, en las que discutió el deseo de Trump de ver una misión tripulada a la Luna durante su mandato, revelaron los interlocutores al medio.
Por su parte, el director ejecutivo de Blue Origin, Dave Limp, visitó la Casa Blanca para reunirse con la jefa de Gabinete de Trump, Susie Wiles, afirmaron las fuentes, que detallaron que Bezos y otros ejecutivos de su compañía solicitaron al presidente y su equipo más contratos gubernamentales.
Asimismo, indicaron que el acercamiento se produjo apenas unos días después de la ruptura ocurrida a principios de junio entre Trump y Musk, quien hasta entonces se desempeñaba como uno de los principales asesores del mandatario.
Posibles oportunidades para Blue Origin
Los dos magnates han sido rivales espaciales durante años, pero la empresa aeroespacial de Musk, SpaceX, ha superado con creces a Blue Origin, lanzando cohetes a un ritmo récord y convirtiéndose en el contratista dominante de la NASA. Los ejecutivos de la compañía de Bezos han estado preocupados desde el verano pasado por la proximidad de Musk a Trump y cómo eso podía afectar a su acceso a los contratos gubernamentales, apuntaron las fuentes.
En este contexto, el enfrentamiento entre Trump y Musk creó posibles oportunidades para Blue Origin. Después de que el fundador de SpaceX lanzara a principios de junio duras críticas al proyecto de ley fiscal respaldado por el presidente y planteara la idea de un nuevo partido político, Trump sugirió que los negocios de Musk podrían verse afectados. «La forma más fácil de ahorrar dinero en nuestro presupuesto, miles y miles de millones de dólares, es terminar con los subsidios y contratos gubernamentales de Elon», escribió en aquel entonces el mandatario en Truth Social.
Un gran reto para Blue Origin
Un gran reto para Blue Origin a la hora de conseguir contratos gubernamentales frente a SpaceX es demostrar que puede volar su propio y potente cohete orbital de forma fiable y regular, indica el diario. En enero, Blue Origin lanzó su cohete New Glenn por primera vez, alcanzando la órbita en el primer intento. La compañía esperaba realizar una segunda misión esta primavera, pero no lo logró. Ahora busca lanzar New Glenn de nuevo a mediados de agosto.
La empresa fundada por Bezos también espera lanzar este año un vehículo de carga a la Luna y aterrizarlo en la superficie lunar.
Mientras, desde SpaceX –cuyos cohetes Falcon son un recurso indispensable para clientes gubernamentales– afirmaron que prevén realizar este año 170 lanzamientos. Muchos de esos vuelos serán para Starlink, la red de satélites de la compañía de Musk.
SpaceX ha conseguido más contratos gubernamentales y de mayor envergadura que Blue Origin, gracias a su liderazgo en lanzamientos y operaciones espaciales. En abril, un comando de la Fuerza Espacial de EE.UU. otorgó a SpaceX un contrato de 5.900 millones de dólares para 28 vuelos planificados para los próximos años. Otro proveedor, United Launch Alliance, recibió un poco menos que SpaceX por 19 misiones, mientras que Blue Origin recibió 2.400 millones de dólares para 7 lanzamientos.
Así, SpaceX y Blue Origin podrían enfrentarse por varios acuerdos gubernamentales importantes, entre ellos los que estarán vinculados el desarrollo del sistema de defensa antiaérea estadounidense Cúpula de Oro, (Golden Dome, en inglés) y los proyectos a Marte que la Casa Blanca ha propuesto que la NASA lleve adelante.