Sheinbaum reacciona a las sanciones de EE.UU. a bancos mexicanos

Las instituciones financieras negaron los cargos por narcotráfico en un nuevo escándalo que rodea la relación bilateral.

La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, aseguró este miércoles que EE.UU. no ha presentado ninguna prueba de que tres entidades financieras mexicanas estén involucradas en delitos vinculados al narcotráfico, como acusó el Departamento del Tesoro.

«No hay pruebas, son dichos, no hay pruebas de dónde está el lavado de dinero», afirmó la mandataria en una conferencia de prensa en la que, sin preguntas de por medio, sentó la posición de su Gobierno ante el nuevo escándalo que vuelve a tensionar la relación entre ambos países.

«Si hay pruebas, se actúa. No hay imunudad, no importa quién sea. Pero si no hay pruebas no se puede actuar como en cualquier delito. Hasta ahora el Departamento del Tesoro no ha enviado ningua prueba que indique que hay lavado de dinero», insistió.

Sheinbaum reveló que hace algunas semanas la Unidad de Información Financiera de México (UIF) y la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) recibieron información confidencial del Departamento del Tesoro sobre los bancos CIBanco, Intercam y Vector Casa de Bolsa, pero solo enumeraban datos generales de transacciones financieras entre empresas chinas y mexicanas.

En todos los casos, afirmó, se trata de empresas registradas legalmente, además de que las operaciones se justifican porque México y China tienen un comercio que alcanza los 139.000 millones de dólares anuales.

De cualquier forma, la UIF y Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV) investigaron a las entidades señaladas por EE.UU., pero solo encontraron faltas administrativas menores que fueron sancionadas y que no implicaban lavado de dinero.

La denuncia

La víspera, la Red de Control de Delitos Financieros (FinCEN) de EE.UU. señaló a CiBanco, Intercam y Vector Casa de Bolsa como «fuentes de preocupación principal en materia de lavado de dinero en relación con el tráfico ilícito de opioides», y los sancionó con la prohibición de determinadas transferencias de fondos.

También aseguró que los bancos involucrados, que en conjunto suman 22.000 millones de dólares en activos, han desempeñado «un papel clave y prolongado en el lavado de millones de dólares en nombre de los cárteles con sede en México y en la facilitación de pagos para la adquisición de precursores químicos necesarios para la producción de fentanilo».

Los bancos negaron de inmediato los cargos y exigieron que EE.UU. presente pruebas de las acusaciones, ya que se refiere a instituciones financieras sólidas y con una larga trayectoria.

Por otra parte, la Secretaría de Hacienda y Crédito Público de México advirtió que el Departamento del Tesoro no le ha enviado pruebas sobre las actividades ilícitas a las que hizo alusión.

 

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