«Estamos llevando a cabo una investigación de filtraciones con el FBI ahora mismo, ya que [se trata de] información para fines internos, para evaluar los daños en combate», declaró el secretario de Defensa estadounidense.
El Departamento de Defensa de EE.UU. ha iniciado una investigación criminal sobre la filtración de un informe confidencial de inteligencia entre la prensa estadounidense que sugiere que los ataques a las instalaciones nucleares iraníes no afectaron al programa nuclear de la República Islámica, al contrario de lo que afirma el presidente Donald Trump.
«Estamos llevando a cabo una investigación de filtraciones con el FBI ahora mismo, ya que [se trata de] información para fines internos, para evaluar los daños en combate«, declaró este miércoles el jefe del Pentágono, Pete Hegseth, citado por Politico, en la cumbre de la OTAN realizada en La Haya (Países Bajos).
Hegseth, sentado junto a Trump, el jefe de la OTAN, Mark Rutte, y el secretario de Estado, Marco Rubio, afirmó que los reportes de la prensa sobre los hallazgos buscan «manipular la situación para perjudicar al presidente cuando [la operación] fue un éxito rotundo«.
El alto mando no brindó mayores detalles sobre la investigación y se limitó a indicar que las conclusiones del informe son de «baja fiabilidad». Los daños a las instalaciones fueron «de moderados a graves, y creemos que es mucho más probable que hayan sido graves y destruidos», aseveró.
Tanto Trump como Rubio tacharon los reportes de prensa como «noticias falsas». «‘Fake news’ CNN, junto con el fracasado New York Times, se han unido para intentar degradar uno de los ataques militares más exitosos de la historia», escribió el martes el líder estadounidense en sus redes sociales.
La Casa Blanca «declara la guerra» a los filtradores
En paralelo, el Gobierno de EE.UU. se propone limitar el intercambio de información secreta con el Congreso en una medida para evitar nuevas filtraciones.
«Estamos declarando una guerra contra los filtradores», afirmó bajo anonimato un alto funcionario de la Casa Blanca citado esta jornada por Axios.
«La comunidad de inteligencia está buscando la manera de reforzar sus procesos para evitar que agentes del ‘Estado profundo’ filtren a los medios partes de análisis de inteligencia que son ‘poco fiables'», explicó, agregando que el FBI está investigando la filtración.
¿Qué dicen las filtraciones que enfurecen a Trump?
Los hallazgos del informe confidencial filtrado, que sostienen que el programa nuclear solo se retrasó seis meses, contradicen las declaraciones iniciales de Trump, que se jactaba de que las instalaciones «fueron completamente destruidas».
En detalle, se indica que los sitios de Fordo, Natanz e Isfahán no sufrieron tantos daños como algunos funcionarios de la Casa Blanca esperaban y que la República Islámica aún conserva el control de casi todo su material nuclear, lo que significa que si decide fabricar un arma nuclear aún podría hacerlo con relativa rapidez.
Entre tanto, el jefe de la Organización de Energía Atómica de Irán, Mohammad Eslami, condenó los ataques de EE.UU. e Israel a las instalaciones nucleares iraníes y aseguró que Teherán había hecho una serie de arreglos de antemano para restablecer el funcionamiento de estas.