Países europeos redoblaron sus esfuerzos diplomáticos en un intento de frenar una escalada entre Washington y Teherán.
Fuentes diplomáticas dijeron a The Telegraph que el Reino Unido y los países europeos han advertido a la Administración de la Casa Blanca en contra de una intervención militar en Irán por miedo a que los efectos colaterales de cualquier ataque estadounidense repercutan directamente en sus naciones en forma de atentados.
Existe un temor creciente a que un ataque estadounidense pueda activar células terroristas dormidas en territorio europeo que, a su vez, podrían lanzar una ola de atentados en respuesta a cualquier acción bélica, poniendo en jaque la seguridad de la región, comentaron fuentes del periódico británico.
«Un Irán vulnerable podría arremeter utilizando su red de ‘proxies’ para llevar a cabo una campaña terrorista en las calles de Londres y Europa», resume The Telegraph el mensaje transmitido a Washington.
Una fuente consultada por el medio indicó que el Reino Unido, Francia, Alemania y la Unión Europea instaron a EE.UU. a que se abstenga de atacar Irán, especialmente por el peligro que esta escalada supondría para los ciudadanos de los países occidentales que actualmente permanecen detenidos en la nación persa.
Entre ellos se encuentran dos británicos —un hombre y una mujer— detenidos en febrero y acusados de delitos relacionados con la seguridad. En los últimos años Irán ha arrestado al menos a 15 personas con vínculos con el Reino Unido, muchos de ellos bajo cargos de espionaje.
Este contexto ha llevado a Londres y Europa a redoblar sus esfuerzos diplomáticos en un intento de frenar una escalada entre EE.UU. e Irán y evitar una guerra regional que pueda tener repercusiones más amplias, sobre todo en términos de seguridad.
- Desde la madrugada del 13 de junio, cuando Israel lanzó un ataque no provocado contra Irán, las dos naciones han estado intercambiando bombardeos. Rusia, China y otros países han condenado con dureza la ofensiva israelí, calificándola de grave violación del derecho internacional y de la Carta de la ONU.
- El presidente de Rusia, Vladímir Putin, aseveró que la escalada del conflicto «tendría consecuencias imprevisibles para toda la situación en la región de Oriente Medio» y abogó por un acuerdo entre las partes beligerantes.
- El Ministerio de Exteriores ruso tachó de «ilegales» las acciones de Israel contra la infraestructura nuclear iraní y denunció que «los ataques militares no provocados contra un soberano Estado miembro de la ONU, sus ciudadanos, ciudades pacíficas dormidas e instalaciones de infraestructura nuclear y energética son categóricamente inaceptables».