Madrid, 17 jun. Los esfuerzos del líder de los socialistas del PSOE de España, Pedro Sánchez, por atemperar los escándalos de corrupción siguen hoy sin dar resultados con un aumento de la presión externa.
Hasta sus propios aliados o grupos de la izquierda consideran que la crisis del PSOE es mucho más profunda y debe frenarse con medidas extraordinarias.
Así se lo expresó a Sánchez la vicepresidenta segunda y ministra del Trabajo, Yolanda Díaz, fundadora del grupo Sumar, que exigió medidas drásticas, entre ellas castigar a las empresas que se hayan prestado a actos de corrupción.
Igualmente, Díaz pidió al presidente del Gobierno acabar con los aforamientos, que muchas veces protegen a persona involucradas en tramas de dinero mal habido y otros hechos ilegales.
Sin ambages, la líder de Podemos, Ione Belarra, subrayó que nunca su partido apoyaría al conservador Partido Popular (PP) en una moción de censura contra el Ejecutivo de Sánchez, pero advirtió que se opondrá a todos los manejos que intenta el PSOE para seguir en el poder.
Izquierda Unida y Esquerra Republicana por Cataluña fueron también incisivos en las críticas a los socialistas, aunque al mismo tiempo señalaron que jamás facilitarían una investidura del PP, con su aliado de ultraderecha de Vox.
La víspera, Sánchez anunció una reunión del Comité Federal, el 5 de julio, para tratar de contener el desangramiento de su partido.
En una segunda rueda de prensa en pocos días, luego de unos audios que provocaron la renuncia del secretario de Organización, Santos Cerdán, adelantó que se hará una reestructuración de la directiva de la agrupación.
La dimisión el pasado jueves de Cerdán, quien este lunes entregó su acta de diputado y fue sacado del partido, resultó el detonante para una crisis de imprevisibles consecuencias, que tiene alborotado el avispero político español.
El presidente del Gobierno y secretario general del PSOE se niega a un adelanto electoral, como exige la derecha. Lo que sigue es la comparecencia del jefe del Ejecutivo “en la primera fecha que sea posible” en el Congreso de los Diputados.
Sánchez remarcó sentirse “decepcionado y triste” tras conocer el contenido de un informe que señala presuntos actos de corrupción de Cerdán e involucra a su antecesor en el PSOE y exministro de Transportes, José Luis Abalos.
Las 490 páginas difundidas por la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil, son tan contundentes como reveladoras de una trama de corte mafioso para delinquir con dineros públicos y deja muy tocado al PSOE.
Cerdán renunció al cargo de secretario de Organización del PSOE y a su acta de diputado, tras el reporte de la UCO, según el cual pudo haber gestionado comisiones (mordidas) en adjudicaciones de obras públicas en favor de Ábalos y de su exasesor Koldo García.