Sería la primera vez que Bruselas sancione a terceros países por sus lazos comerciales con Moscú.
La Unión Europea (UE) está planeando dictar sanciones contra dos bancos chinos por mantener supuestos vínculos comerciales con Rusia pese a la prohibición occidental, informó Financial Times este miércoles. El medio señala que se trataría de un primer intento del bloque de penalizar a terceros países por su apoyo a Moscú en medio del operativo militar en Ucrania.
De acuerdo con las fuentes citadas por el periódico, dos pequeños bancos regionales del país asiático fueron acusados de utilizar transacciones con criptomonedas con el fin de facilitar la importación de mercancías que se encuentran bajo sanciones de la UE. Las penalizaciones en su contra se incluyeron en el último paquete de medidas de la Comisión Europea; no obstante, su adopción requiere la aprobación unánime de todos los países miembros del bloque.
El artículo indica que tal paso daría inicio a una notable escalada en los esfuerzos de la Unión Europea para infligir un duro golpe a Pekín por ayudar presuntamente a Moscú a evadir las restricciones comerciales existentes. Al mismo tiempo, los planes del bloque coinciden con su intención de incrementar su presión sobre Rusia, así como de evidenciar su apoyo al régimen de Kiev.
Hasta el momento, la Comisión Europea, al igual que la parte china, no ha respondido a una solicitud de comentarios al respecto.
La dura respuesta de China a las acusaciones occidentales
Anteriormente, la portavoz del Ministerio de Exteriores del país asiático, Mao Ning, se refirió a las acusaciones occidentales de que China supuestamente brinda ayuda armamentística a Rusia, y reiteró que Pekín siempre se ha comprometido a promover el diálogo y nunca ha proporcionado armas letales a las partes del conflicto, al tiempo que controla «estrictamente» la exportación de artículos de doble uso.
Por otra parte, indicó que actualmente la mayoría de los países, incluidos Estados Unidos y naciones europeas, comercian con Rusia, por lo que la cooperación normal y corriente entre las empresas chinas y rusas no debe verse afectada. Así, instó a Bruselas a dejar de aplicar la política de «doble rasero» en cuanto a la cooperación económica y comercial con Rusia y perjudicar con ello los intereses legítimos de las empresas chinas.
De lo contrario, advirtió, la parte china tomará las medidas necesarias para salvaguardar resueltamente sus derechos e intereses legítimos.