Las manifestaciones están marcadas por masivos disturbios y el despliegue de la Guardia Nacional en California y Texas.
El endurecimiento de la política migratoria de la Administración Donald Trump desencadenó masivas protestas, que en los últimos días se propagaron por el territorio de EE.UU.
En varios estados, las manifestaciones contra las acciones del Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés) desembocó en choques entre los manifestantes y la Policía, vandalismo y saqueos de tiendas y, como consecuencia, numerosas detenciones.
Dónde se producen
El descontento social por redadas a personas indocumentadas se originó en Los Ángeles la semana pasada. Desde entonces, las protestas se extendieron a otras regiones, y ya se producen en Washington, Texas, Colorado, Illinois y Nueva York, entre otros estados.
Disturbios y negocios bajo ataque
En algunas zonas, las manifestaciones transcurrieron de manera pacífica, pero no en todos los lugares.
En algunas áreas, los participantes en las protestas lanzaron piedras y pirotecnia hacia los uniformados, bloquearon carreteras, destrozaron y saquearon las tiendas, quemaron coches y pintaron grafitis amenazantes.
En respuesta a los disturbios, la Policía de Los Ángeles usó proyectiles de goma y gas lacrimógeno, que también fue usado para dispersar a multitudes en Nueva York y Texas.
Además, las autoridades de Los Ángeles decretaron el toque de queda en el centro de la ciudad para afrontar la situación. Este martes, la Policía de Los Ángeles informó que al menos 378 personas fueron detenidas en los últimos cuatro días, según recoge la CNN.
Los disturbios se registraron también en Nueva York, así como en las ciudades texanas de Austin y Dallas. El gobernador de Texas, Greg Abbott, anunció el despliegue de la Guardia Nacional para «garantizar la paz y el orden».
En Nueva York, 86 personas fueron detenidas este martes.
Intervención de Trump
En estas condiciones, el presidente de EE.UU., Donald Trump, ordenó el despliegue de un total de 4.000 efectivos de la Guardia Nacional y un batallón de aproximadamente 700 marines en Los Ángeles.
El despliegue de tropas fue criticado por el gobernador de California, Gavin Newsom, quien calificó la medida como un intento de limitar las competencias de los estados y anunció su intención de llevar la controversia a los tribunales.
Trump, por su parte, arremetió contra el gobernador de California por su incapacidad de reprimir las protestas. Aseguró que, de no haber enviado tropas federales a Los Ángeles en los últimos días, la ciudad «estaría ardiendo hasta los cimientos».
