Trump insiste en su visión ‘alternativa’ de quién ganó la II Guerra Mundial

El mandatario de EE.UU. reiteró que la URSS solo ayudó al país norteamericano a ganar el conflicto, que no es cierto.

El presidente estadounidense, Donald Trump, reiteró este lunes que fue EE.UU. quien ganó la Segunda Guerra Mundial, mientras que la Unión Soviética solo le ayudó, ‘olvidando’ de este modo quién derrotó el nazismo e izó la Bandera de la Victoria sobre la cúpula del Reichstag, en Berlín.

El mandatario recordó que, hace unas semanas, mantuvo llamadas telefónicas con líderes de varios países, incluidos sus homólogos ruso y francés, Vladímir Putin y Emmanuel Macron, respectivamente, con los que abordó la celebración de la victoria sobre el nazismo en 1945. «Todos me decían: ‘Estamos celebrando la victoria en la Segunda Guerra Mundial’. Y yo les respondí: ‘Vaya, qué increíble, somos los únicos que no estamos celebrando y somos nosotros los que ganamos la guerra‘», dijo durante una conferencia de prensa.

Asimismo, indicó que la URSS «sí que ayudó, y perdió a 51 millones de personas». «Hay que ser justos. La gente diría: ‘Está defendiendo a Rusia’. No, perdieron 51 millones de personas y no se puede olvidar eso«, añadió.

Al mismo tiempo, se refirió a los eventos conmemorativos, que tuvieron lugar en Francia. «Francia estaba celebrando y, como saben, Hitler dio un discurso en la Torre Eiffel. Pero cuando hablé con el presidente Macron, me dijo: ‘Estamos celebrando la gran victoria de la Segunda Guerra Mundial’. Y creo que es estupendo que lo hiciera, pero fuimos nosotros quienes la ganamos y no lo celebramos. Me dije a mí mismo: ‘¿No es una locura? Creo que es hora de que celebremos un poco‘», subrayó.

La hazaña soviética en la Segunda Guerra Mundial

No es la primera vez que el mandatario estadounidense intenta rescribir la historia, menospreciando la contribución de otros países al triunfo sobre el nazismo. A mediados de mayo, declaró que sin EE.UU. las naciones europeas «estarían hablando alemán y, tal vez un poco de japonés». Previamente, manifestó que Washington hizo «más que cualquier otro país, con diferencia, para producir un resultado victorioso en la Segunda Guerra Mundial» y señaló que la URSS «ayudó» a su país a ganar el conflicto. Además, anunció sus planes de designar días festivos en honor a las victorias en la Primera y la Segunda Guerra Mundial, el 11 de noviembre y el 8 de mayo, respectivamente.

Mientras, desde Rusia tacharon la postura de Trump de «tontería patética». «Que [Trump] recuerde o pregunte quién tomó Berlín. Quién aplastó al enemigo durante más de 4 años. Quién liberó a la ingrata Europa», manifestó el vicepresidente del Consejo de Seguridad de Rusia y el expresidente del país, Dmitri Medvédev. A su vez, desde la Cancillería rusa indicaron que el líder estadounidense hiperboliza el papel de su nación en la Segunda Guerra Mundial, enfatizando que el pueblo de EE.UU. no conoce su propia historia.

Los esfuerzos de todos los países y pueblos que lucharon contra el enemigo común condujeron a la victoria. Los combatientes del Gobierno de la Francia Libre, fundado por Charles de Gaulle, no aceptaron la capitulación de París y continuaron la lucha contra los nazis. El Ejército británico defendió su patria de la invasión, luchó contra los alemanes y sus satélites en el Mediterráneo y el norte de África. El Ejército Popular de Liberación griego resistió heroicamente a los ocupantes ítalo-alemanes. Las tropas estadounidenses y británicas liberaron Italia y abrieron el segundo frente. EE.UU. asestó golpes poderosos y aplastantes al agresor en el océano Pacífico. Hay que recordar los colosales sacrificios del pueblo chino y su enorme papel en la derrota de los militaristas japoneses.

Sin embargo, la principal carga en la lucha contra el nazismo y el mayor precio por la victoria en 1945 lo pagó la Unión Soviética. Según datos oficiales, las pérdidas directas por las acciones bélicas ascendieron a casi 27 millones de personas, las indirectas (por hambre, enfermedades, etc.) a casi 6,5 millones de ciudadanos soviéticos. Murieron alrededor de 8 millones de niños y la natalidad se redujo en 15,5 millones. Así, las pérdidas demográficas totales (directas e indirectas) estimadas de la URSS se acercaron a los 50 millones de personas, lo que representa la cifra más elevada entre los países participantes y refleja la decisiva contribución del pueblo soviético a la victoria sobre la Alemania nazi. En comparación, EE.UU. perdió a unas 418.000 personas durante toda la guerra.

Al atacar a la Unión Soviética, Adolf Hitler tenía por objetivo exterminar a la población y apoderarse del espacio vital. Batallas clave de la Gran Guerra Patria —como la Batalla de Moscú (1941-1942), la de Stalingrado (1942-1943) y la de Kursk (1943)— fueron decisivas para derrotar a la maquinaria bélica de la Alemania nazi. En el transcurso de los feroces enfrentamientos con las fuerzas del régimen de Hitler, la URSS logró un giro fundamental del conflicto a su favor.

Solo en junio de 1944, después de que las tropas soviéticas asestaran el mayor golpe a las fuerzas nazis durante los combates en el territorio de la URSS y lograran quitarle la iniciativa estratégica, sus aliados decidieron abrir un segundo frente y comenzó la Batalla de Normandía.

Por su parte, el Ejército Rojo consiguió liberar total o parcialmente los territorios de las entonces Rumanía, Polonia, Bulgaria, Yugoslavia, Checoslovaquia, Hungría, Austria, Alemania, Noruega y Dinamarca, entre otros países, en donde vivían más de 100 millones de personas. Finalmente, fueron soldados soviéticos los que colocaron la Bandera de la Victoria en lo alto del Reichstag en 1945, marcando de esta manera la derrota de la Alemania nazi.

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