La violenta historia del adolescente que disparó contra Miguel Uribe en Colombia

La madre del menor falleció cuando era muy pequeño y su padre habría viajado a Europa para enfilarse como mercenario y obtener mayores ingresos.

El joven de 14 años que atentó contra el senador y precandidato presidencial conservador Miguel Uribe Turbay, que permanece en estado crítico, ha puesto sobre la mesa no solo la gravedad de la violencia política en Colombia, sino también cómo redes criminales captan a menores en situación de vulnerabilidad.

Según los medios locales, el menor, que fue grabado por cámaras de seguridad huyendo de la escena tras disparar a Uribe, ha tenido una infancia marcada por el abandono. Su madre falleció cuando era muy pequeño y su padre se marchó a Polonia, para supuestamente enlistarse en las fuerzas militares de Ucrania.

El objetivo del padre habría sido sumarse como mercenario extranjero para ganar dinero y enviarlo a sus familiares. En su ausencia, el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF) otorgó la custodia legal de su hijo a una de las tías paternas.

«El gobierno distrital ya había identificado la conflictividad del niño asesino, lo recogió en uno de sus programas, y pasó a uno de los programas de mi gobierno: ‘Jóvenes en Paz'», indicó el mandatario Gustavo Petro en su cuenta de X.

El programa, diseñado para jóvenes en situación de pobreza extrema, explotación sexual o inmersos en dinámicas criminales, pretende ofrecer una vía de reinserción social. Según Petro, el joven «demostró una personalidad completamente conflictiva, sin capacidad de establecer vínculos intersociales». «Duró dos meses, no asistió a ninguna clase, y se retiró voluntariamente«, concluyó.

«Lo hice por plata»

El atentado ocurrió el sábado pasado en Bogotá, mientras Uribe Turbay participaba en un acto político. El menor se le acercó por la espalda y abrió fuego a corta distancia, en un ataque que ha generado conmoción nacional y ha reavivado el recuerdo de otros episodios trágicos en la historia política del país.

Durante su captura, el joven expresó: «Fue el hombre de la olla [zona controlada por el microtráfico], yo digo quién fue, déjenme darle los números». Según el diario El Tiempo, los investigadores creen que se refería al jefe de un expendio de droga del barrio Villas de Alcalá, en el noroccidente de Bogotá, donde vivía.

También se le escuchó decir: «Perdón, lo hice por plata, por mi familia». El menor, que recibió un tiro en la pierna durante su persecución, está hospitalizado cerca al lugar de los hechos.

La Fiscalía comunicó que será imputado por los delitos de tentativa de homicidio y porte ilegal de armas.

«Ejecutor material»

«Somos perfectamente conscientes de que este muchacho que fue aprehendido es apenas un ejecutor material», afirmó la fiscal general de Colombia, Luz Adriana Camargo, en una rueda de prensa, donde detalló que el propósito «es poder establecer quién determinó esa acción criminal».

Hasta ahora, su custodia está a cargo del Cuerpo Técnico de Investigaciones (CTI) y la Dirección de Protección de la Policía. No será trasladado a un centro para menores, porque  no se puede garantizar su seguridad. Por ello, Camargo explicó que se propuso ubicarlo en una zona especial del búnker de la Fiscalía, donde permanecería aislado y bajo vigilancia permanente.

Mientras se define su futuro judicial del joven, las autoridades han logrado rastrear la procedencia del arma que se usó en el atentado. Se encontró que fue comprada en el estado de Arizona, EE.UU., y, concretamente, fue adquirida legalmente el 6 de agosto del año 2020.

El Instituto Colombiano de Bienestar Familiar rechazó «el uso, utilización, reclutamiento y manipulación de niñas, niños y adolescentes en la comisión de actos violentos» e hizo un llamado urgente «a todas las instituciones del Estado a reforzar las acciones de prevención«.

 

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