Las causas que enfrenta Bolsonaro han incrementado las tensiones entre ambos países.
El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, fustigó las amenazas de la Administración de Donald Trump de que impondrá sanciones al juez del Supremo Tribunal Federal (STF) brasileño Alexandre de Moraes, quien lidera las acciones contra el exmandatario Jair Bolsonaro.
«¿Qué es eso de que EE.UU. quiere negar algo y criticar el sistema judicial brasileño? Nunca he criticado su sistema judicial. Cometen tantas barbaridades, libran tantas guerras, matan a tanta gente, ¿por qué van a criticar a Brasil?», cuestionó.
El domingo, durante la convención nacional en Brasilia del Partido Socialista Brasileño (PSB), citada por medios locales, Lula afirmó que EE.UU. quiere procesar a De Moraes porque «él está queriendo detener a un brasileño que está allá haciendo cosas contra Brasil todo el día«.
El diputado federal Eduardo Bolsonaro pidió una licencia del cargo en marzo pasado para establecerse en EE.UU. y desde allí procurar «rescatar las libertades perdidas» en Brasil, al denunciar los «crímenes» cometidos por el magistrado. «[Alexandre de Moraes] Sueña con meter en prisión a Jair Bolsonaro», aseveró en ese momento.
El rol de EE.UU.
Desde entonces, el hijo más mediático de Bolsonaro se ha reunido a varias autoridades estadounidenses para solicitar acciones. Un grupo de republicanos en el Congreso apoyan su campaña.
En ese sentido, hace poco el secretario de Estado de EE.UU., Marco Rubio, aseguró que hay una «gran posibilidad» de que Washington imponga sanciones a De Moraes.
Rubio contestó así a una pregunta del congresista Cory Mills, aliado de Trump, quien denunció un «alarmante retroceso en los derechos humanos» en Brasil y sugirió que Bolsonaro podría convertirse en un «preso político».
Sumado a esto, según The New York Times, el Departamento de Justicia de EE.UU. envió una carta al juez en la que le dice que puede aplicar leyes en su país, pero que no tiene la capacidad de exigir acciones a empresas estadounidenses, en una nueva disputa de la Justicia brasileña con redes sociales.