El fundador de Telegram sostuvo que aquellos que intentan vincularlo con agencias gubernamentales de ciertos países tienen una comprensión superficial de su persona y del papel que sus empresas han jugado en la defensa de la libertad de expresión en Europa del Este.
El fundador de Telegram, Pável Dúrov, respondió a las acusaciones que lo vinculan con estructuras estatales de diversos países. «Soy ruso y preferiría morir antes que convertirme en un activo de alguien», declaró. En este sentido, enfatizó que su trayectoria y proyectos reflejan un compromiso inquebrantable con las libertades fundamentales, desmintiendo cualquier alineación con intereses gubernamentales.
El empresario argumentó que quienes lo acusan desconocen el camino que ha recorrido en su vida y que por esto expresan tales suposiciones. Según Dúrov, las personas que hacen estas afirmaciones tienen una visión superficial tanto de él como del papel que desempeñaron su anterior empresa, VK, y Telegram en la defensa de la libertad de expresión y la privacidad en Europa del Este.
Dúrov se dirigió al público mediante videollamada en el Oslo Freedom Forum el 27 de mayo, donde abordaron temas como la libertad de expresión, la vigilancia masiva y los derechos digitales. Se dirigió al público virtualmente luego de que un tribunal francés rechazara su solicitud para viajar a Noruega.
Conflicto con Francia
Pável Dúrov fue detenido el 24 de agosto tras bajar de su avión privado en la pista del aeropuerto de París-Le Bourget, adonde había llegado desde Azerbaiyán. Sobre él pesaba una orden de búsqueda emitida por las autoridades francesas, que lo acusan de varios cargos vinculados a «conspiración criminal», «blanqueo de delitos», así como de permitir transacciones ilícitas a bandas organizadas y crímenes relacionados con la criptografía, fraude o pornografía, entre otros.
Su detención temporal terminó el 28 de agosto, cuando fue imputado y puesto bajo vigilancia judicial con la condición de pagar una fianza de 5 millones de euros y la prohibición de salir de Francia.
Un nuevo episodio del conflicto con París fue la publicación, en la red social X el 18 de mayo, en la que afirmó que el jefe de la inteligencia de Francia, Nicolas Lerner, le pidió interferir en las elecciones en Rumania. Francia rechazó las acusaciones, calificándolas de «totalmente infundadas».
A la vez, la portavoz del Ministerio de Exteriores de Rusia, María Zajárova, apuntó que «resulta que Macron arrestó a Dúrov no para resolver problemas internos con el mensajero utilizando métodos tan bárbaros, sino para gestionar las elecciones en Rumanía, al darse cuenta de que el candidato de la dictadura liberal no podría ganar bajo ninguna circunstancia legal».