De mantenerse hasta 2028, las medidas arancelarias de Washington podrían generar pérdidas de más de 220 millones de dólares en la economía alemana, o incluso mayores si el bloque europeo responde con aranceles de represalia.
Los nuevos aranceles del 50 % anunciados por el presidente de EE.UU. sobre los productos importados desde la Unión Europea causarían graves daños a la economía de Alemania, alerta un reciente informe del Instituto Económico Alemán.
Según estimaciones, si estos gravámenes se mantienen hasta finales de 2028, año en el que concluirá el segundo mandato de Donald Trump, la economía alemana podría enfrentar pérdidas de aproximadamente 200 millones de euros (228,18 millones de dólares), cantidad que podría aumentar hasta 250 millones de euros (285,20 millones de dólares) si la UE decide responder con aranceles de represalia.
Afectaciones en el PIB
El PIB alemán también se vería afectado significativamente, y para este año disminuiría ya en un 0,1 % de aplicarse los aranceles. Sin embargo, a largo plazo los daños serían aún mayores, pues entre 2025 y 2028 el producto interno germano sería en promedio un 1,1 % menor que en un panorama sin aranceles.
El informe también destaca que las acusaciones de Trump sobre prácticas comerciales desleales por parte de la UE carecen de fundamento, pues la aplicación del IVA es la misma tanto para empresas europeas como estadounidenses. Asimismo, señala que los aranceles podrían perjudicar a la economía de EE.UU., ya que algunos productos, como grúas industriales, Washington los importa casi exclusivamente de Alemania.
La Oficina Federal de Estadística de Alemania indica que las exportaciones a EE.UU. superaron las importaciones de este país en casi un 75 %. El superávit de exportación de Alemania en el comercio de bienes con EE.UU. fue el más alto entre todos sus socios comerciales en el primer trimestre de este año, con 17.700 millones de euros (20.182 millones de euros).
El pasado viernes, Trump amenazó con imponer aranceles a los productos procedentes de la UE a partir del 1 junio. Sin embargo, el mandatario estadounidense aceptó una solicitud de la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, de prorrogar estas medidas hasta el 9 de julio.