Roma, 26 may. Italia acelera sus planes para paliar las graves consecuencias del posible incremento de aranceles comerciales por parte de Estados Unidos a Europa de hasta un 50,0 por ciento, indica hoy un reporte.
En declaraciones divulgadas en el sitio digital del diario La Repubblica, el ministro de Economía italiano, Adolfo Urso, reconoció que “existe el riesgo de una escalada” ante el alto aumento arancelario anunciado el pasado 23 de mayo por el presidente norteamericano Donald Trump.
El gobierno italiano decidió estructurar de inmediato la aplicación de un plan de ayuda a sus empresas para enfrentar esta amenaza, aun cuando la fecha para implementar esa medida se pospuso del 1 de junio hasta el 9 de julio, tras una conversación telefónica del mandatario con la presidenta de la Comisión Europea, Úrsula Von der Leyen.
“Planificamos la reprogramación del Programa nacional de Recuperación y Resiliencia (PNRR) y de los Fondos de Cohesión, y también estamos destinando los recursos del Fondo Social para el Clima en esta dirección”, expuso Urso en referencia a una redistribución de esos recursos.
El titular de Economía indicó que el objetivo es destinar unos 25 mil millones de euros adicionales en apoyo al sector empresarial, en particular al que será más afectado por esa carga arancelaria, cuyos efectos, en criterio de expertos, tendrán la magnitud de un verdadero terremoto comercial en Europa.
“Cuando tengamos una idea de cuáles serán realmente los impuestos en cada sector, podremos desarrollar una acción compensatoria específica y, por lo tanto más eficaz”, explica Urso, quien enfatizó la gravedad de “los daños irreparables que sufrirían los sistemas económicos de ambos continentes”, de fracasar el logro de un acuerdo favorable.
“La guerra comercial también traería graves consecuencias políticas, sobre todo en la defensa común, mientras continúa la guerra en Europa”, dijo el ministro, por lo que “necesitamos hablar el mismo idioma, compartir los mismos objetivos y tener claras las prioridades”.
Por tal razón, aseveró, “necesitamos un acuerdo político incluso antes que uno comercial” y solo “luego vienen las fórmulas, las tablas y las cifras”.
“Los términos son más amplios y no pueden reducirse a una cuota, pues hay muchas otras cuestiones en juego, desde los aspectos regulatorios a los de seguridad, pasando por las cadenas de suministro, hasta la propia política industrial europea, que tendremos que revisar de inmediato”, agregó el ministro de Economía italiano.