Berlín, 26 may. El gobierno alemán, liderado por el canciller Friedrich Merz, prepara hoy un proyecto de ley para suspender durante dos años la reunificación familiar de inmigrantes con protección subsidiaria y reciben acogida por razones humanitarias y no políticas.
Esta medida, que podría ser aprobada próximamente en el gabinete y luego en el Parlamento, pone fin a la posibilidad existente hasta ahora de reagrupar en Alemania hasta mil familiares al mes.
La decisión evidencia un endurecimiento general de la política migratoria alemana, que también ha incrementado las deportaciones y reforzado los controles fronterizos en los últimos meses.
Por su parte, ministro del Interior Alexander Dobrindt, señaló que la capacidad de integración del país alcanzó un punto límite, y las ciudades y municipios están saturados, con lo cual justificó la necesidad de esta suspensión temporal.
La iniciativa afecta especialmente a familias de refugiados sirios y de otros países, quienes enfrentan largas listas de espera, procedimientos burocráticos complejos y un número limitado de visas.
Además, la cuestión legal está en debate, ya que el Tribunal Constitucional Federal de Alemania y la Corte Europea de Derechos Humanos deben decidir si esta suspensión es compatible con los derechos humanos y el derecho a la vida familiar.
Organizaciones y defensores de los derechos de los migrantes critican la medida por su dureza y por las dificultades que genera para las familias refugiadas, mientras el gobierno alemán busca equilibrar la integración de nuevos migrantes con la presión social y económica interna.