El Gobierno del presidente Luis Arce dispuso la medida para contener el contrabando de estos productos, elaborados con apoyo estatal y luego vendidos ilegalmente a precios más altos en países limítrofes.
«Estamos instruyendo la militarización de las fronteras, con más de 1.480 efectivos adicionales a los 400 que ya existían», afirmó este 23 de mayo el presidente Arce en conferencia de prensa.
El mandatario explicó que el Estado boliviano subvenciona la producción de alimentos para el consumo interno, pero existen contrabandistas que llevan los productos principalmente a Perú, donde su precio se triplica.
El anuncio es parte del paquete de 11 medidas y siete decretos supremos contra la especulación y el contrabando a la inversa de alimentos que aprobó el Gobierno boliviano.
La nación latinoamericana registra un desabastecimiento de combustible, inflación de precios y escasez de divisas que afectan a la economía de los ciudadanos, que deberán ir a las urnas en agosto de este año un nuevo presidente, vicepresidente y renovar la totalidad del Congreso.