El presidente de EE.UU. declaró que sin la contribución de su país otras naciones «estarían hablando alemán y, tal vez un poco de japonés».
El presidente estadounidense, Donald Trump, volvió a atribuir a EE.UU. la victoria en la Segunda Guerra Mundial, lamentando que su país fue el único que no celebró la semana pasada la derrota del nazismo.
«Rusia lo estuvo celebrando. Francia lo estuvo celebrando. Todo el mundo lo estuvo celebrando menos nosotros. ¡Y nosotros somos los que ganamos la guerra! Ellos ayudaron, pero sin nosotros, estarían hablando alemán y, tal vez un poco de japonés», afirmó este jueves durante su visita a Al Udeid, base aérea estadounidense ubicada en Catar. «Ganamos la guerra. Y somos los únicos que no lo celebramos», añadió.
En particular, Trump se refirió a los eventos conmemorativos, que tuvieron lugar en Francia, señalando que EE.UU. hizo «un poco más para ganar la guerra» que el país europeo. «Saben. No quiero ser un sabelotodo. Pero cuando Hitler dio su discurso en la torre Eiffel, yo diría que no fue exactamente lo ideal», continuó.
Asimismo, declaró que la nación norteamericana no se atribuye «el mérito» de lo que hace. «Y yo dije: ‘¿qué demonios?’ Todos los países con los que he hablado la semana pasada celebran [la victoria en] la guerra menos nosotros. ¿No es terrible?«, agregó. En ese contexto, reiteró sus planes de designar días festivos en honor a las victorias en la Primera y la Segunda Guerra Mundial, el 11 de noviembre y el 8 de mayo, respectivamente.
La hazaña soviética en la Segunda Guerra Mundial
No es la primera vez que el mandatario estadounidense intenta rescribir la historia, menospreciando la contribución de otros países al triunfo sobre el nazismo. A principios de mayo, manifestó que Washington hizo «más que cualquier otro país, con diferencia, para producir un resultado victorioso en la Segunda Guerra Mundial». Previamente, hizo declaraciones similares, señalando que la URSS «ayudó» a su país a ganar el conflicto.
Sin embargo, la principal carga en la lucha contra el nazismo y el mayor precio por la victoria en 1945 lo pagó la Unión Soviética. Según datos oficiales, las pérdidas humanas de la URSS en la Segunda Guerra Mundial fueron de 27 millones de personas, lo que representa la cifra más elevada entre los países participantes y refleja la decisiva contribución del pueblo soviético a la victoria sobre la Alemania nazi. En comparación, EE.UU. perdió a unas 418.000 personas durante toda la guerra.

Al atacar a la Unión Soviética, Adolf Hitler tenía por objetivo exterminar a la población y apoderarse del espacio vital. Batallas clave de la Gran Guerra Patria —como la Batalla de Moscú (1941-1942), la de Stalingrado (1942-1943) y la de Kursk (1943)— fueron decisivas para derrotar a la maquinaria bélica de la Alemania nazi. En el transcurso de los feroces enfrentamientos con las fuerzas del régimen de Hitler, la URSS logró un giro fundamental del conflicto a su favor.
Solo en junio de 1944, después de que las tropas soviéticas asestaran el mayor golpe a las fuerzas nazis durante los combates en el territorio de la URSS y lograran quitarle la iniciativa estratégica, sus aliados decidieron abrir un segundo frente y comenzó la batalla de Normandía.

Por su parte, el Ejército Rojo consiguió liberar total o parcialmente los territorios de las entonces Rumanía, Polonia, Bulgaria, Yugoslavia, Checoslovaquia, Hungría, Austria, Alemania, Noruega y Dinamarca, entre otros países, en donde vivían más de 100 millones de personas. Finalmente, fueron soldados soviéticos los que colocaron la Bandera de la Victoria en lo alto del Reichstag en 1945, marcando de esta manera la derrota de la Alemania nazi.
