El Departamento de Justicia de EEUU presentó este martes 13 de mayo en un tribunal de la ciudad californiana de San Diego cargos por narcoterrorismo dirigidos contra dos presuntos líderes del cártel de los Beltrán Leyva, una escisión del cártel de Sinaloa.
Los acusados en la imputación son Pedro Inzunza Noriega, señalado como el cabecilla de la facción del grupo criminal mexicano, y su hijo, Pedro Inzunza Coronel, responsabilizados en el documento judicial de traficar toneladas de cocaína, heroína, metanfetamina y fentanilo a Estados Unidos.
De acuerdo con el fiscal federal Adam Gordon, esta es la primera vez en el país norteamericano que se imputa el delito de narcoterrorismo en relación con los cárteles.
La acusación, que incluye a otros cinco miembros de la facción Beltrán Leyva, al que señalan como la «mayor red de producción de fentanilo del mundo», llega luego que el presidente estadounidense Donald Trump designara, mediante una orden ejecutiva, a seis grupos delincuenciales mexicanos como organizaciones terroristas, entre ellos el cártel de Sinaloa.
«El cártel de Sinaloa es una organización terrorista compleja y peligrosa, y desmantelarlo exige una respuesta legal innovadora y contundente», dijo la fiscal general Pamela Bondi en el comunicado del Departamento de Justicia dando a conocer la acusación formal.
«Sus días de brutalizar al pueblo estadounidense sin consecuencias han terminado; buscaremos la cadena perpetua para estos terroristas», añadió Bondi.
El comunicado señala que los cargos dirigidos hacia los presuntos narcotraficantes son los de narcoterrorismo; brindar apoyo material al terrorismo; conspiración internacional para distribuir sustancias controladas; conspiración para distribuir sustancias controladas; conspiración para importar sustancias controladas, y conspiración para el lavado de dinero, entre otros.