El Reino Unido podría convertirse en una «isla de extraños», advierte su primer ministro

Keir Starmer defendió la implementación de políticas migratorias más duras, en medio de la ola antinmigratoria en la Unión Europea y EE.UU.

El primer ministro del Reino Unido, Keir Starmer, advirtió que su país corre el riesgo de convertirse en una «isla de extraños» si no se implementan políticas de inmigración más duras.

En una conferencia de prensa este lunes, el mandatario británico afirmó que el Gobierno «retomará el control» de las fronteras y pondrá cierre a un «capítulo miserable» de creciente migración, al tiempo que informó de una ofensiva radical en el tema.

Con tales palabras, Starmer presentó en Downing Street una nueva política migratoria que pretende implantar restricciones en todas las formas de visas para el Reino Unido, lo cual, según sus cálculos, podría significar aproximadamente 100.000 migrantes menos cada año.

Según el primer ministro británico, el sistema actual «contribuye a las fuerzas que poco a poco están desmembrando nuestro país». «Creo que necesitamos reducir la inmigración significativamente», enfatizó.

La ola antimigratoria en Occidente

Las declaraciones de Starmer se dan en un contexto en que otros miembros de la Unión Europea (UE) han endurecido las políticas migratorias y propuesto, incluso, la creación de centros de retención de inmigrantes fuera del bloque. A modo de ejemplo, el Gobierno del nuevo canciller alemán, Friedrich Merz, ha tomado medidas para frenar el arribo de indocumentados.

El ministro del Interior de Alemania, Alexander Dobrindt, confirmó la semana pasada los planes de invocar una cláusula del tratado de la UE para intensificar los controles fronterizos y negar el derecho de entrada a los solicitantes de asilo.

Entre tanto, el presidente de EE.UU., Donald Trump, continúa con su dura política de deportaciones masivas, que fue una de sus principales promesas de campaña. La Casa Blanca se ha planteado el objetivo de expulsar a un millón de inmigrantes ilegales en el primer año de gestión del republicano, informó a mediados de abril The Washington Post, citando fuentes gubernamentales.

 

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