La jefa de la diplomacia europea y varios otros líderes del bloque solo fingen estar en contra del fascismo, declaró a Lubos Blaha.
Algunos líderes de la Unión Europea fingen estar en contra del fascismo y es una «tragedia», declaró a RT el eurodiputado eslovaco Lubos Blaha ante las críticas de la jefa de la diplomacia europea, Kaja Kallas, contra los dirigentes políticos que habían viajado a Moscú a las celebraciones del 80.º aniversario de la victoria sobre la Alemania nazi.
La semana pasada, la alta representante para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad de la UE condenó las visitas de los líderes extranjeros al desfile militar en la Plaza Roja, afirmando que deberían haber ido a Kiev y no a la capital rusa.
En opinión de Blaha, estas críticas de Kallas —dirigidas también al primer ministro eslovaco, Robert Fico, y al presidente serbio, Aleksandar Vucic, cuyo país es candidato a unirse a la UE— no tienen nada que ver con el conflicto ucraniano.
«La verdad es otra. La verdad es que su antifascismo es fingido», aseveró.
Blaha citó como ejemplo la reciente conmemoración en el Parlamento Europeo de la derrota de la Alemania nazi en la Segunda Guerra Mundial, diciendo que ese acto «fue como un funeral«.
«Todos estaban muy tristes, y al final, Beethoven estaba sonando», describió el europdiputado, al resaltar que la misma música se utilizó en las transmisiones alemanas tras su derrota en la Batalla de Stalingrado. «Es la misma tradición», afirmó.
«Si la Unión Europea está gobernada por personas como Kaja Kallas, entonces es una tragedia», resumió Blaha.
- En abril, Kallas advirtió que los países que quieren convertirse en miembros de la UE debían abstenerse de participar en las celebraciones de la victoria de la Unión Soviética sobre la Alemania nazi en la Gran Guerra Patria (1941-1945) en Moscú.
- Robert Fico y Aleksandar Vucic tuvieron muchos obstáculos para poder estar en la capital rusa el 9 de mayo, ya que Polonia, Estonia y Lituania habían prohibido que sus aviones pasaran por sus territorios.
- A su llegada a Moscú, Vucic se manifestó indiferente ante las reacciones de la UE por su visita y aclaró que había avisado con antelación a los altos funcionarios europeos. Por su parte, el primer ministro eslovaco, al comentar las palabras de Kallas, dijo que ella «no tiene absolutamente ninguna autoridad para criticarlo».