«¿Dónde estaba Keir? ¿Dónde putas estaba?», reaccionó uno de los parlamentarios entrevistados por The Telegraph, irritado por la ausencia del líder en una importante reunión.
El primer ministro británico, Keir Starmer, enfrenta una creciente ola de críticas internas del Partido Laborista tras los decepcionantes resultados en las elecciones locales del pasado domingo. Diputados laboristas lo acusan de estar desaparecido y evitar enfrentar a los legisladores descontentos, después que el partido sufriera una serie de derrotas frente a Reform UK, reporta The Telegraph.
La pérdida de casi 200 concejales y la derrota en las elecciones parciales en el distrito electoral de Runcorn y Helsby, el 4 de mayo, supuso un duro golpe para la organización. Un parlamentario incluso argumentó que actualmente el partido «no tiene ningún líder».
Decenas de parlamentarios de las Tierras Medias y del norte de Inglaterra se han unido a una rebelión contra los controvertidos recortes de Starmer para el combustible de invierno, mientras que alrededor de 40 de sus propios diputados han advertido que las reformas de bienestar social del primer ministro son «imposibles de apoyar».
También se ha instado a Starmer a cambiar de rumbo en materia de inmigración, tema en el que un destacado parlamentario del caucus conservador Blue Labour ha planteado que el momento para recuperar a la clase trabajadora es «ahora o nunca».
En lugar de enfrentar ese descontento en una reunión del Partido Laborista Parlamentario (PLP) este miércoles, Starmer envió a Pat McFadden, canciller del Ducado de Lancaster.
Un congresista que asistió a aquella reunión criticó el mensaje implícito y atacó al primer ministro por estar ausente. «¿Dónde estaba Keir? ¿Dónde putas estaba? Está desaparecido en combate«, comentó a The Telegraph.
Otro legislador laborista acusó a Starmer de dedicar demasiado tiempo a la política exterior, mientras el partido enfrenta una crisis en las urnas. «Está demasiado ocupado con cosas extranjeras. Todo el mundo está diciendo lo mismo», afirmó.
El primer ministro estuvo fuera del país el viernes, solo una semana después de los resultados de las elecciones locales, para asistir en Noruega a una reunión de la Fuerza Expedicionaria Conjunta, un grupo de 10 naciones de la OTAN. También ha priorizado un acuerdo comercial con EE.UU. y las medidas para reiniciar la relación del Reino Unido con la Unión Europea, así como la intención de encabezar los esfuerzos de apoyo a Ucrania.