El miércoles, Lituania y Letonia prohibieron que el avión del presidente serbio sobrevolara su territorio en dirección a Rusia.
El presidente de Serbia, Aleksandar Vucic, afirmó que la «gran tarea» durante su visita a Moscú, adonde llegó el miércoles para asistir a los eventos conmemorativos del 80.º aniversario de la derrota de la Alemania nazi, es «preservar la memoria de la gran victoria nacional».
«Le di mi palabra al presidente [de Rusia Vladímir] Putin de que estaría aquí hoy y cumplí lo que dije«, aseveró el mandatario, y añadió que la celebración del Día de la Victoria «es también muy importante» para el pueblo serbio.
«Se han organizado conversaciones importantes con el presidente de Rusia, el desarrollo de nuestras relaciones bilaterales también es muy importante. Pero tenemos una tarea, una gran tarea: preservar la memoria de la gran victoria», explicó Vucic.
El miércoles, Lituania y Letonia prohibieron que el avión del presidente serbio sobrevolara su territorio en dirección a Rusia. Paralelamente, Polonia y Lituania denegaron al primer ministro de Eslovaquia, Robert Fico, el paso por su espacio aéreo para asistir al acto de conmemoración.
Las autoridades de la Unión Europea advirtieron a los líderes de los Estados miembros del bloque y de los países candidatos que se oponen a su participación en los festejos del Día de la Victoria. Serbia solicitó unirse a la UE en 2009 y fue declarada candidata a la membresía en 2012.
A su llegada a Moscú, Vucic se manifestó indiferente ante las reacciones de la UE por esta visita y aclaró que había avisado con antelación a los altos funcionarios europeos. «Estoy orgulloso de ser presidente de Serbia y de poder asistir aquí a la conmemoración de la lucha contra el fascismo. Porque si alguien tiene derecho a estar orgulloso de ello somos nosotros», declaró.