Los líderes de Serbia y de Eslovaquia demostraron «voluntad soberana», enfatizó el portavoz del Kremlin.
El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, elogió el viernes la llegada a Moscú del presidente serbio, Aleksandar Vucic, y del primer ministro de Eslovaquia, Robert Fico, con motivo del 80.º aniversario del Día de la Victoria.
«Mucha gente vino aquí, a pesar de la presión que se ejerció. En nuestro tiempo, sobre todo si hablamos de Vucic y Fico, esto es, quizá, un acto de heroísmo», manifestó Peskov en una entrevista.
A continuación, el vocero recalcó que «demostrar la voluntad soberana de rendir homenaje a la memoria del Día de la Victoria, a pesar de esta presión flagrante y desenfrenada, es, por supuesto, digno del mayor elogio».
Este miércoles, Lituania y Letonia prohibieron que el avión del presidente serbio sobrevolara su territorio en dirección a Rusia para asistir al acto de conmemoración. Paralelamente, Polonia y Lituania no dieron permiso al primer ministro de Eslovaquia, Robert Fico, para entrar en su espacio aéreo
Las autoridades de la Unión Europea advirtieron a los líderes de los Estados miembros del bloque y de los países candidatos que se oponen a su participación en los festejos del Día de la Victoria.
Igualmente, el líder del régimen de Kiev, Volodímir Zelenski, lanzó una amenaza a todas las personas que se disponían a reunirse en la Plaza Roja el 9 de mayo. «Para todos los países que han viajado o viajarán para el 9 de mayo, nuestra postura es muy sencilla: no podemos hacernos responsables de lo que ocurra en el territorio de la Federación de Rusia. Ellos les proporcionan seguridad y, por tanto, no les daremos ninguna garantía», aseveró.