Las acusaciones de abusos que ensombrecen al nuevo papa

En mayo de 2025, se denunció que la diócesis había pagado 150.000 dólares a tres menores que sufrieron abusos para silenciarlas.

Robert Francis Prevost, ahora conocido como el papa León XIV, ha sido acusado de gestionar mal las acusaciones de abusos sexuales a menores, algo de lo que ya se hacen eco medios internacionales.

Desde el portal especializado Informe del Colegio Cardenalicio, destacan que el actual sumo pontífice «se ha enfrentado a cierta controversia en relación con los abusos sexuales del clero, aunque ha sido defendido en ambos casos». A contrapelo, los partidarios de Prevost insisten en su inocencia y sostienen que la prensa ha informado de los casos «de forma inexacta e injusta».

Se detalla que dos sacerdotes fueron acusados de abusar de tres niñas en la Diócesis de Chiclayo, Perú, y las acusaciones salieron a la luz en abril de 2022, durante el mandato de Prevost como obispo.

Algunos acusadores han declarado que Prevost no investigó adecuadamente las denuncias y encubrió a los sacerdotes acusados, pero la diócesis lo ha negado rotundamente, asegurando que Prevost siguió los procedimientos adecuados. Argumentaron que Prevost recibió y atendió personalmente a las víctimas, y al parecer abrió una investigación canónica inicial.

Sus partidarios subrayan que no solo estuvo atento a las presuntas víctimas, sino que hizo todo lo requerido por la ley de la Iglesia, al seguir los procedimientos establecidos para estos casos.

No obstante, en mayo de 2025 aparecieron acusaciones de que la diócesis había pagado 150.000 dólares a las tres menores para silenciarlas. Descritas como «críticas públicas de Prevost desde hace mucho tiempo», las niñas supuestamente lo culpan de encubrir los abusos sexuales cometidos por el sacerdote.

Otro caso se refiere a la gestión que realizó en un caso de abusos sexuales durante su mandato como provincial de la provincia agustiniana de Chicago (1999-2001), cuando a un sacerdote condenado por abusos sexuales a menores se le permitió permanecer en un priorato agustiniano cercano a una escuela primaria y seguir ejerciendo como sacerdote hasta su posterior destitución y laicización en 2012. Sin embargo, se dice que Prevost nunca autorizó esa situación concreta.

 

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