Moscú, 8 may. Los presidentes de China, Xi Jinping, y Rusia, Vladimir Putin, sostuvieron hoy conversaciones a pequeña escala durante la ceremonia oficial de bienvenida en el Kremlin.
El mandatario asiático inició la víspera una visita de Estado enfocada en las celebraciones por el aniversario 80 de la victoria de la Unión Soviética en la Gran Guerra Patria.
Tras su llegada al aeropuerto, Xi afirmó que ambos países son vecinos inseparables, amigos leales en tiempos difíciles y socios que se fortalecen mutuamente, al tiempo que destacó la importancia del entendimiento estratégico para el equilibrio global.
En una declaración escrita agregó que China y Rusia trabajarán juntos para salvaguardar el resultado victorioso de la Segunda Guerra Mundial y se opondrán resueltamente al hegemonismo y la política de poder.
«Ambos países importantes del mundo y miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU, se unirán para salvaguardar firmemente el sistema internacional centrado en la ONU y el orden internacional respaldado por el derecho internacional, practicar un verdadero multilateralismo y promover la construcción de un sistema de gobernanza global más justo y equitativo», señaló.
Esta es la undécima visita de Xi Jinping a Rusia desde que se convirtió en presidente de China en 2012.
Un desfile militar masivo tendrá lugar en la Plaza Roja de Moscú este viernes para conmemorar el Día de la Victoria y un bloque de las fuerzas armadas de China participará en este evento.
Feng Shaolei, profesor principal y director del Centro de Estudios Rusos y Estudios Periféricos de la Universidad Normal del Este de China, consideró que la agenda de Xi Jinping en Rusia tiene como objetivo fortalecer las relaciones estratégicas, promover la buena vecindad y contribuir a la estabilidad regional y global.
Subrayó que el contexto mundial atraviesa una fase compleja y caótica en la cual el viejo orden aún no se ha desvanecido por completo, mientras el nuevo sigue en formación.
En su opinión, Beijing y Moscú buscan afrontar estos cambios con racionalidad, prudencia, justicia y visión de futuro, de ahí la importancia del encuentro entre los líderes de ambos países para coordinar respuestas ante los desafíos globales.