Cúpula de Oro de Trump y conflictos nucleares: de que advierte la declaración de Putin y Xi

Moscú y Pekín también hacen hincapié en que la expansión de la alianzas militares hasta las fronteras de los Estados supone un intento de ejercer presión coercitiva.

La declaración conjunta firmada este jueves por el presidente de Rusia, Vladímir Putin, y su homólogo chino, Xi Jinping, denuncia que los planes de EE.UU. de dotarse de la así llamada Cúpula de Oro (Golden Dome, en inglés), un sistema de defensa aérea inspirado en la Cúpula de Hierro de Israel, plantea nuevas amenazas para la seguridad mundial.

Según Pekín y Moscú, la iniciativa del presidente estadounidense, Donald Trump, es de carácter «profundamente desestabilizador», ya que prevé un sistema «sin restricciones, global, profundamente escalonado y multiesférico». «En primer lugar, significa un rechazo total y definitivo del reconocimiento del vínculo inextricable entre las armas estratégicas ofensivas y las armas estratégicas defensivas, que es uno de los principios centrales y fundamentales del mantenimiento de la estabilidad estratégica mundial», reza el comunicado difundido por el Kremlin.

Además, China y Rusia advierte que la Cúpula de Oro imprime «un impulso adicional» al avance ulterior de medios cinéticos y no cinéticos de destrucción previa de las armas de misiles y de la infraestructura que apoya su uso.

«Las partes subrayan la importancia de mantener relaciones constructivas entre las principales potencias, incluso a la hora de abordar cuestiones estratégicas mundiales», dice la declaración.

Riesgo de conflictos espaciales

Las partes hacen hincapié en el posible agravamiento de la situación debido a que el proyecto «aboga explícitamente por un refuerzo significativo del arsenal de capacidades de guerra espacial, incluido el desarrollo y el despliegue de sistemas de interceptación en órbita, convirtiendo el espacio exterior en un entorno armamentístico y en un escenario de confrontación armada».

En este contexto, ambos países reiteran su oposición a la militarización del espacio y reafirman la necesidad de iniciar lo antes posible negociaciones sobre los marcos legales de regulación de esta esfera sobre la base del proyecto de tratado ruso-chino. En mayo del año pasado, el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas no logró consenso para adoptar un proyecto de resolución propuesto por Rusia sobre la prevención de una carrera armamentística en el espacio exterior.

Amenaza nuclear

En la declaración conjunta, Moscú y Pekín también avisan del riesgo creciente de conflicto nuclear, en medio la agudización de las relaciones entre los Estados poseedores de armas nucleares, que en algunos casos ha llegado a la amenaza de una confrontación militar directa. Las advertencias tienen lugar en un contexto de aumento de tensiones entre dos países que tienen armas nucleares -la India y Pakistán-, que han intercambiado ataques entre sí últimamente.

«Los Estados poseedores de armas nucleares, que tienen una responsabilidad especial en la seguridad internacional y la estabilidad estratégica mundial, deben abandonar la mentalidad de la Guerra Fría y los ‘juegos de suma cero’, resolver las contradicciones mediante un diálogo equitativo y consultas mutuamente respetuosas, fomentar la confianza para evitar peligrosos errores de cálculo y abstenerse de acciones que creen riesgos estratégicos», reseña el documento, que enfatiza que no todos los países del ‘quinteto nuclear’ (China, Rusia, Estados Unidos, Francia y el Reino Unido) siguen tales planteamientos en la práctica.

Expansión de alianzas militares

China y Rusia también advierten contra la expansión de las alianzas militares hasta las fronteras de los Estados con armas nucleares, porque tienen como objetivo ejercer presión coercitiva y participar en «otras actividades hostiles que amenazan los intereses autóctonos de esos países en materia de armas nucleares»

En este contexto, denuncian que dicha expansión va acompañada de «medidas encaminadas al despliegue avanzado de infraestructuras militares y sistemas avanzados de armas ofensivas, defensivas y versátiles» que pueden ser dirigidas contra objetivos estratégicos. «Las partes observan que los esfuerzos de la asociación AUKUS (Estados Unidos, Reino Unido y Australia) para establecer infraestructuras militares de dos Estados con armamento nuclear para apoyar las actividades de sus fuerzas nucleares en el territorio de un país que es parte del Tratado sobre la zona desnuclearizada del Pacífico Sur (Australia) socavan la estabilidad estratégica y provocan una carrera armamentística en la región», reza la declaración conjunta.

En 2021, Australia inició el camino hacia la adquisición de submarinos de propulsión nuclear, al unirse a AUKUS. No obstante, la culminación de cinco de las naves está pautada para mediados de la década de 2050, y el resto para finales de la década de 2060, por lo que la defensa del país no puede contar con ellos para su necesidad urgente de mejorar capacidades. Otro de los obstáculos de Australia parece ser la falta de personal.

 

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