Soldado de 19 años denuncia tortura de sus superiores en el Ejército del Perú

El joven sufrió fractura de costillas, dificultad para respirar, problemas para caminar y de visión.

Un soldado de 19 años denunció el pasado domingo haber sido víctima de tortura por parte de sus superiores en la base Cabo Víctor Pantoja Castilla del Ejército del Perú, ubicada en el poblado Santa Teresa, en el departamento de Loreto.

El cabo Lirio Saboya Ahuanari relató a La República que el 10 de abril de este año, tras ser acusado del robo de un celular, fue agredido brutalmente por varios superiores como represalia y que ahora teme por su vida.

Costillas rotas, dificultad para respirar y pérdida de visión

Según el testimonio de la víctima, el comandante de su unidad dio la autorización de que fuera castigado físicamente. Así, habría recibido patadas en las piernas y en las costillas. Después, habría sido obligado a sentarse en una banca donde le echaron sal y agua con detergente en los dos ojos.

Como consecuencia de la agresión, el cabo terminó con las costillas fracturadas, problemas para respirar, dificultad para caminar y problemas de visión.

Saboya fue llevado a la enfermería, donde le prescribieron un mes de descanso médico, no obstante, denuncia que cuando el subteniente encargado del castigo se enteró de su salida de la base, lo amenazó de muerte.

Casi un mes de silencio

El soldado guardó silencio hasta el pasado 4 de mayo, cuando decidió relatar a sus allegados lo sucedido. En la actualidad se encuentra solo en un espacio brindado por una familia que vive en otra localidad.

Saboya, proveniente de una familia humilde de la provincia de Maynas, también en Loreto, decidió marcharse a la capital del departamento, Iquitos, al cumplir la mayoría de edad. Allí ingresó en el Ejército del Perú con el objetivo futuro de postular a la Policía. Lleva un año y cinco meses de servicio militar.

Tras la agresión denunciada, Saboya inicialmente solicitó su baja, por miedo a posibles represalias. Sin embargo, finalmente ha pedido ser enviado a otra unidad, con el fin de conseguir los objetivos que se había planteado.

El joven niega además las acusaciones de robo en su contra e indica que se enteró de que el culpable fue descubierto después de que él sufriera la agresión.

 

Fuente