En una nueva cita, funcionarios de las naciones del bloque darán continuidad al tema de la flexibilización arancelaria.
Los cancilleres de los países del Mercado Común del Sur (Mercosur) sostienen un encuentro este viernes en Buenos Aires, Argentina, para analizar el aumento de la lista de productos exceptuados de aranceles, estrategia para afrontar la guerra comercial desatada por las medidas proteccionistas del presidente estadounidense, Donald Trump.
Este encuentro se da luego de que el pasado 11 de abril, los ministros de Relaciones Exteriores acordaran «ampliar temporariamente la Lista Nacional de Excepciones al Arancel Externo Común (AEC) de cada Estado parte hasta 50 códigos arancelarios», como principal respuesta al ‘tarifazo’ de Trump.
Ese AEC es la tasa que pagan los países que quieren ingresar sus productos a las naciones del bloque: Argentina, Brasil, Paraguay, Uruguay y Bolivia. El tributo va del 0 % al 35 %, dependiendo del rubro.
«Este Mercosur debe ser modernizado y armonizado (…) Ojalá que podamos dar pasos adelante, porque cada bloqueo que tengamos es perder tiempo y el tiempo es precioso, en función de los cambios económicos que se están dando», aseveró la víspera el canciller de Uruguay, Mario Lubetkin.
El pasado lunes, en conferencia de prensa, Lubetkin explicó los pasos que se han dado desde la reunión del pasado 11 de abril, que también se llevó a cabo en la capital argentina y que calificó de «intensa».
Al respecto, precisó que se había discutido una hoja de ruta que incluía una reunión técnica del grupo del Mercado Común, realizada la semana pasada, para acordar los términos de la flexibilización arancelaria.
«Quedaron pendientes respuestas que algunos de los países del Mercosur tenían que procesar dentro de sus países», puntualizó Lubetkin el lunes. La reunión pautada en esta jornada busca darle continuidad al encuentro pasado, con miras a ver los avances consolidados y determinar si hay acuerdos políticos.
Sin tensiones
Lubetkin ya ha descartado que existan tensiones con los países vecinos, en especial con la Administración de Javier Milei, muy cercana a Trump. «Es inimaginable no trabajar excelentemente con Argentina o con Brasil o con Paraguay», remarcó a inicios de esta semana.
Asimismo, informó que durante su viaje el fin de semana pasado al Vaticano, para el funeral del papa Francisco, tuvo un «breve encuentro» tanto con Luiz Inácio Lula da Silva, presidente de Brasil, como con Milei, y sus respectivos cancilleres, para abordar temas del bloque comercial.
En paralelo también figuran las negociaciones del posible acuerdo del Mercosur con la Unión Europea (UE), cuya ratificación se ha vuelto prioritaria en medio de la incertidumbre desatada por la guerra comercial de EE.UU.
No obstante, no será sencillo. La oposición de algunos países como Francia, que temen que la entrada de rubros latinoamericanos perjudique a sus productores locales, podría frenar el avance del acuerdo que ya suma más de dos décadas sin el visto bueno de ambas partes.
En abril, el ministro de Exteriores de Brasil, Mauro Vieira, destacó durante una reunión de cancilleres del Mercosur que el gigante latinoamericano tiene en la mira el fortalecimiento del bloque como un instrumento de integración regional y como plataforma para negociaciones comerciales internacionales, no solo con la UE sino también con otros países como China.