La producción en serie del nuevo avión de pasajeros ruso, construido con componentes de fabricación nacional, está prevista para el año 2026.
El MS-21 es un avión ruso de media distancia de nueva generación que se fabrica basándose en los últimos avances de los principales fabricantes del sector aeronáutico de Rusia.
La aeronave está dirigida al segmento más popular del mercado del transporte de pasajeros nacional y se ha desarrollado bajo condiciones de sanciones occidentales, lo que dio un gran impulso para un progreso rápido y eficaz de la aeronáutica rusa basada en componentes nacionales, en el marco de la campaña de sustitución de importaciones.
«El MS-21 es, sin duda, nuestra futura aeronave insignia. Cuenta con numerosas innovaciones técnicas, incluyendo el ala de material compuestos», aseveró el director general de la corporación estatal Rostec, Segéui Chémezov. Su nivel de confort es superior, en comparación con los aviones de su clase extranjeros: tiene un pasillo más amplio, ventanas más grandes y portaequipajes espaciosos, describió.
«Su objetivo directo es superar la competencia de Boeing y Airbus, al menos en el mercado nacional», declaró.
El inicio de su producción en serie está previsto para 2026 y ahora está pasando todo tipo de pruebas para su certificación.
Ventajas del diseño
La aeronave, construida por el fabricante Yákovlev, goza de una aerodinámica avanzada y sus novedosos sistemas y motores rusos PD-14 garantizan un alto rendimiento de vuelo y bajos costos operativos, según la Corporación Aeronáutica Unida (OAK, por sus siglas en ruso), que forma parte de Rostec.
Además, para su construcción se utiliza una proporción récord en su clase de materiales compuestos avanzados fabricados exclusivamente en las plantas rusas: más del 30 %. Entre otras principales ventajas de su diseño se destacan:
- alta perfección aerodinámica, gracias al ala de material compuesto con una mayor relación de alargamiento;
- motor PD-14 de nueva generación, que garantiza un consumo reducido de combustible;
- sistema de control digital, cuya fiabilidad está garantizada por una redundancia cuádruple;
- sistemas del avión que cumplen con los requisitos ambientales más exigentes en cuanto a ruido y emisiones de sustancias nocivas;
- la mayor anchura de la cabina de pasajeros y del pasillo entre asientos en aviones de su clase.
La fiabilidad del diseño de MS-21, su impecable aerodinámica y moderno sistema de control permiten a este avión de pasajeros hasta realizar maniobras acrobáticas de aviones de combate en ataque. Así, en pasado agosto, el MS-21 efectuó la acrobacia aérea llamada ‘ranversman’: ganó altitud con un ángulo de inclinación constante y cambió la dirección de vuelo sin perder altitud.
Un motor ruso, de nueva generación
El ‘corazón’ del MS-21 es su motor PD-14 de quinta generación, que combina las mejores tradiciones nacionales con los nuevos estándares de la aviación del siglo XXI. Contiene más de una docena de soluciones tecnológicas nacionales innovadoras. Así, específicamente para crear el motor en Rusia se desarrollaron e implementaron un total de 16 tecnologías cruciales: se crearon nuevos materiales, recubrimientos y soluciones de diseño.
Por ejemplo, los álabes de la turbina fueron fabricados con titanio intermetálico más ligero, lo que redujo significativamente el peso del motor, mientras el avanzado sistema de refrigeración permite que la turbina funciona a temperaturas de hasta 2.000 ºK. Para el motor se utilizaron exclusivamente materiales de producción nacional.
El PD-14 representa un gran avance en la fabricación de motores rusos. Es el primer motor de turbofán de este nivel producido en la Rusia moderna.
Entre las ventajas más destacadas del PD-14 se encuentran una reducción del consumo específico de combustible en un 10-15 %, una reducción del coste del ciclo de vida en un 15-20 %, así como un funcionamiento con un coste menor del 14 % al 17 %, en comparación con sus análogos existentes.
Asimismo, la optimización de los parámetros del ciclo termodinámico, la cámara de combustión de bajas emisiones y el bajo consumo específico de combustible permitieron minimizar las emisiones nocivas del motor: son hasta el 45 % inferiores a los estándares establecidos.
El motor de serie PD-14 se creó sobre la base de soluciones de diseño probadas en el tiempo y utilizando tecnologías modernas, incluido el modelado digital y la impresión 3D.
El primer vuelo del MS-21 con este novedoso motor se realizó en 2020, y ya en este febrero la OAK envió un lote de motores PD-14 producidos en serie para su instalación en el avión para su uso comercial.
En el desarrollo participaron las empresas líderes de Rostec, así como decenas de organizaciones de industrias afines e institutos de investigación. A día de hoy, solo cinco países del mundo —Rusia, EE.UU., Reino Unido, Francia y China— tienen capacidades suficientes para el ciclo completo de producción de motores de este nivel.
Pruebas en curso
Debido a que la etapa de la producción en serie del MS-21 está fijada para el año que viene, el ensamblaje de las aeronaves, el desarrollo y la producción de detalles y sistemas de a bordo, así como los vuelos de prueba de los prototipos se llevan a cabo simultáneamente.
En marzo, el director general de la OAK comunicó que el primer prototipo del MS-21 con motores PD-14 ya fue completamente ensamblado. La aeronave está pasando las pruebas de los sistemas terrestres y se prepara para las pruebas de vuelo.
A finales de pasado septiembre, las pruebas del estabilizador —parte del empenaje que garantiza el equilibrio y la estabilidad de la aeronave— que fue fabricado para el MS-21 con compuestos poliméricos nacionales, demostraron una mayor resistencia que su homólogo importado.
El cajón, principal elemento de potencia del estabilizador, soportó una carga un 50 % superior a la calculada.
El acristalamiento antipájaros de la cabina de la tripulación del MS-21 está equipado con calefacción eléctrica, lo que elimina la formación de hielo y el empañamiento durante las operaciones en diversas condiciones climáticas.
Este elemento resistió durante las pruebas de certificación el impacto de un ‘pájaro’ a más de 600 km/h.
El avión de fuselaje estrecho más ancho
El MS-21-310, capaz de transportar de hasta 211 pasajeros, establece un nuevo estándar de confort para aeronaves de fuselaje estrecho, a la altura de los estándares de los aviones de larga distancia, ya que las dimensiones de la cabina de pasaje fueron desarrolladas teniendo en cuenta la tendencia al alza de los parámetros antropométricos de los pasajeros.
El avión tiene el diámetro de fuselaje más amplio de las aeronaves de su clase: 4,06 metros. Es 30 centímetros mayor que el fuselaje del Boeing 737 y 11 centímetros mayor que el del Airbus A320.

Esta capacidad del MS-21 proporciona una mayor libertad de movimiento para los pasajeros y el personal del vuelo, ya que el pasillo entre las filas, tanto en clase ‘business’ como en clase turista, es bastante amplio.
Las dimensiones transversales del fuselaje fueron diseñadas de tal modo que el avión pudiera acomodar a seis personas en una fila, mientras el pasillo central permitiera el paso de dos pasajeros o de un pasajero junta al carrito de servicio. Para ello, los fabricantes tuvieron en cuenta la tendencia de aumento de los indicadores antropométricos de los pasajeros, como altura y peso.
A pesar de las sanciones
Serguéi Chémezov, director general de Rostec, destacó los logros de la industria aeronáutica rusa que, en medio de las sanciones occidentales, está logrando fabricar aviones sustituyendo los componentes extranjeros por otros de producción nacional. Además, subrayó que ningún país del mundo fabrica aviones con componentes únicamente nacionales.
«En cierto sentido, las sanciones nos dieron un nuevo impulso, nos hicieron más creativos y rápidos. Por eso lo he dicho muchas veces y lo repito: gracias por esta ventana de oportunidad», comentó.
Chémezov recordó que, por ejemplo, en la producción de Boeing, además de EE.UU. participan Japón, Italia, Canadá, Reino Unido, Suecia, Francia, Australia y «varias decenas de países más». «Por lo tanto, estamos solucionando un problema muy complejo: creamos aviones donde todo será de fabricación nacional», concluyó.