El servicio diplomático ruso aprecia en la sociedad francesa una visión de la historia y del futuro común completamente diferente de la oficial.
Los diplomáticos rusos perciben un ‘cuchicheo’ entre sus homólogos en París que pone al descubierto sus ganas de superar los problemas acumuladas en las relaciones bilaterales, señaló este viernes el ministro de Asuntos Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov.
«A veces nuestros colegas franceses nos envían señales de que, en realidad, quieren solucionar de alguna manera los problemas que han emergido, pero los envían susurrando», dijo el canciller en la ceremonia de condecoración del presidente de la Cámara de Comercio e Industria franco-rusa, Emmanuel Quidet, con la Orden de Amistad.
Al mismo tiempo que en la opinión pública francesa se inserta una percepción falsa, «ruda y primitiva» de lo que está sucediendo en torno a Ucrania, el servicio diplomático ruso está convencido de la «existencia en Francia de millones de personas que entienden bien la actualidad, no quieren sacrificar la amistad con Rusia por las dudosas ventajas del apoyo de un régimen nazi».
Lavrov puso a modo de ejemplo una reciente entrevista del embajador francés en Moscú, Nicolas de Rivière, en la que tergiversó los problemas en las relaciones bilaterales y no mencionó las múltiples advertencias que el presidente ruso, Vladímir Putin, había dirigido a los líderes occidentales durante una década.
El embajador pasó por alto el papel clave que desempeñó Francia en los acontecimientos que llevaron a Ucrania al conflicto actual, aunque París era un garante de los primeros acuerdos que buscaban solucionar la situación conflictiva, criticó el canciller ruso. Así, en febrero de 2014, un día después de concertar un acuerdo entre las autoridades constitucionales, la oposición de Kiev y varios mediadores, la parte francesa no hizo nada para conseguir que la oposición cumpliera con su compromiso, recordó Lavrov.
Varios eurodiputados en representación de Francia han mostrado su interés en asistir a las próximas celebraciones del 80.º aniversario de la Victoria soviética en la Gran Guerra Patria, reveló el canciller. En su opinión, eso refleja en sí mismo que hay una visión completamente diferente de la oficial «de nuestra historia común, nuestro presente y nuestro futuro común».
Además, el hecho de que varias compañías francesas se hayan quedado en Rusia a pesar de las amenazas y las dificultades que afrontan, «habla de la firmeza de nuestras relaciones», valoró Lavrov, que destacó la aportación personal de Emmanuel Quidet en la protección de los intereses legítimos de estas empresas y sus acuerdos con los socios rusos.