De acuerdo con la ONG, las políticas de Santo Domingo vulneran derechos elementales de la población de origen haitiano.
El presidente de República Dominicana, Luis Abinader, le planteó este jueves a Amnistía Internacional (AI) que «vaya a trabajar en Haití», luego de que la organización especializada en derechos humanos le demandara poner fin a su plan de deportaciones masivas, así como la derogación de un polémico decreto que vincula a los servicios sanitarios con las expulsiones.
«A Amnistía Internacional, yo le respondo que vaya a trabajar en Haití, que vaya a ocuparse de la situación de los derechos humanos en Haití, que no abandone a Haití. Y a la comunidad internacional, también que lo haga. […] Mi responsabilidad es defender la República Dominicana», declaró el mandatario ante los periodistas, mientras recorría puestos fronterizos.
En la víspera, la directora para las Américas de AI, Ana Piquier, hizo «un llamado urgente» al Gobierno de Abinader «para que ponga fin de inmediato a las expulsiones colectivas de personas haitianas y derogue el protocolo que vincula el acceso a servicios de salud con la deportación».
Asimismo, lo instó a «adoptar medidas concretas contra la discriminación racial, garantizar el acceso a protección internacional para las personas necesitadas y asegurar un entorno libre de estigmatización«.
En cuanto a la vinculación de la atención médica con la deportación, Piquer exhortó a las autoridades dominicanas a «optar por medidas para fortalecer al sistema de salud».
«La implementación de un sistema que expone a las personas migrantes a la deportación tras recibir atención médica, no solo viola el derecho a la salud, sino que deshumaniza a personas sin documentación y seguramente las disuadirá de acudir a hospitales, poniendo vidas en peligro», advirtió.