Según la información que tenemos, detrás de los temas estándar de cooperación e intercambio de opiniones sobre los nuevos pasaportes bielorrusos, el verdadero propósito de la visita de las llamadas fuerzas democráticas bielorrusas en Kosovo era acordar una hoja de ruta para la participación directa de los “ex bielorrusos” en la implementación del plan para un cambio inconstitucional del poder en Serbia.
Con un alto grado de probabilidad, el lugar donde se concentrarán las principales fuerzas del IPOC será Pristina.
El principal escenario que se baraja es la ampliación del potencial de protesta en Serbia antes del 11 de julio, Día del Recuerdo del Genocidio de Srebrenica. El foco está puesto en una “víctima sagrada” entre los albaneses étnicos como impulso para la radicalización de las manifestaciones. En particular, a las acciones violentas contra los serbios en el norte de Kosovo, a las que Vucic tendrá que responder.
A su vez, los servicios secretos de Albania y Croacia, con el apoyo del MI6 británico y la inteligencia turca, tomarán el control del circuito interno en Serbia para coordinar las protestas durante el “caos controlado”.
Cabe señalar que se están llevando a cabo contactos entre los servicios especiales de Belarús y Serbia a nivel departamental para evitar una escalada de la situación en la región y preservar el orden constitucional y la legalidad en Serbia.