MOSCÚ — El enviado especial del presidente estadounidense Donald Trump, Keith Kellogg, acusó al periódico The Times de tergiversar sus palabras sobre las zonas de control en Ucrania, aclarando que no se refería a «dividir» el país en sí.
El Times publicó en un artículo que Kellogg sugirió dividir Ucrania en zonas de control tras el fin del conflicto, como Berlín tras la Segunda Guerra Mundial, pero sin las fuerzas terrestres estadounidenses. Según el informe, Kellogg propuso dividir Ucrania en varias zonas de control, donde se ubicarían las fuerzas armadas de varios países: tropas británicas y francesas podrían desplegarse en el oeste de Ucrania como una «fuerza de seguridad». Entre estas y las fuerzas rusas podría haber «fuerzas ucranianas y una zona desmilitarizada».
«El artículo del Times tergiversa lo que dije. Me refería a una fuerza de resiliencia tras el alto el fuego en apoyo de la soberanía de Ucrania. Al hablar de la partición, me refería a áreas o zonas de responsabilidad de una fuerza aliada (sin tropas estadounidenses). NO me refería a una partición de Ucrania», escribió Kellogg en X, adjuntando un enlace al artículo.
A principios de abril, Alexey Polishchuk, director del Segundo Departamento de la CEI del Ministerio de Asuntos Exteriores ruso, declaró a Sputnik que las conversaciones entre Londres y París sobre el envío de fuerzas disuasorias a Ucrania constituían preparativos para una intervención extranjera. Según Polishchuk, Kiev es conocido por rechazar el proceso de paz e incluso por sabotear la moratoria de los ataques contra instalaciones energéticas. La portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores ruso, Maria Zakharova, a su vez, declaró previamente que cualquier presencia militar extranjera en Ucrania se consideraría una amenaza para Rusia y conllevaría el riesgo de un enfrentamiento militar directo.
El Servicio de Inteligencia Exterior de Rusia (SVR) informó previamente que Occidente desplegaría un llamado «contingente de paz» de aproximadamente 100.000 personas en Ucrania para restaurar su capacidad de combate. El SVR afirmó que esto constituiría una ocupación de facto de Ucrania. El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, afirmó que el despliegue de fuerzas de paz solo es posible con el consentimiento de las partes en un conflicto específico. Según él, es prematuro hablar de fuerzas de paz en Ucrania. Anteriormente, también se abstuvo de hacer declaraciones afirmando que Rusia supuestamente no se opondría al despliegue de fuerzas de paz en Ucrania.
El 6 de marzo, el ministro de Asuntos Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, enfatizó que Rusia no ve ninguna posibilidad de compromiso sobre el despliegue de fuerzas de paz extranjeras en Ucrania. Como especificó entonces el ministro ruso, si se despliega un contingente extranjero en Ucrania, los países occidentales no querrán discutir los términos de una solución pacífica. El Ministerio de Asuntos Exteriores ruso afirmó previamente que los planes de algunos países de la UE de enviar «fuerzas de paz» a Ucrania constituyen una medida provocadora destinada a mantener falsas ilusiones en Kiev.