Argentina le dirá adiós al cepo cambiario tras alcanzar un acuerdo con el FMI

El ministro de Finanzas de Argentina, Luis Caputo, informó este 11 de abril que el control de cambios, establecido en 2012 y reimplementado en el 2019 tras un impasse de casi cuatro años, será abolido el próximo lunes. El anuncio se hizo tras el acuerdo de financiamiento firmado entre el Gobierno y el Fondo Monetario Internacional (FMI).

En conferencia de prensa, Caputo prometió que la medida «atraerá inversiones para consolidar el crecimiento y generar superávit, con miras a reducir impuestos y destinar más recursos al sector privado, promoviendo más empleos y mejores salarios».

El levantamiento del llamado «cepo cambiario», una de las principales promesas del presidente Javier Milei durante su campaña del 2023, llegó luego que se confirmara la aprobación de un nuevo crédito a la Argentina por parte de FMI, valuado en alrededor de $20.000 millones, con un desembolso inicial de $12.000 millones para fortalecer las reservas del Banco Central.

El nuevo préstamo solicitado por Argentina se sumará a los $44.000 millones otorgados entre 2018 y 2019 al Gobierno del entonces presidente Mauricio Macri (2015-2019), gestión en la que Caputo ejerció primero como ministro de Finanzas y luego como presidente del Banco Central.

Según el ministro, el fin de la prohibición de comprar dólares para ciudadanos es la tercera etapa del programa económico de la Administración libertaria. La primera fase consistió en la devaluación de la moneda y el ajuste fiscal, que se implementó desde diciembre de 2023. La segunda fase fue la eliminación del déficit fiscal y la emisión monetaria.

Caputo explicó que el tipo de cambio del dólar en el Mercado Libre de Cambios (MLC) podría fluctuar entre 1.000 y 1.400 pesos, y que los límites se incrementarán a razón de 1% por mes utilizando bandas cambiarias. Si el precio del dólar está por debajo de mil pesos, el Banco Central comprará dólares. Si el tipo de cambio supera el límite, el banco venderá moneda extranjera.

Caputo también anunció que el Gobierno aumentará el superávit fiscal primario del 1,3% al 1,6% del Producto Interno Bruto (PIB), sin incluir los intereses de la deuda, «para enfrentar las turbulencias financieras internacionales», en alusión a la volatilidad producida por la guerra arancelaria lanzada por el presidente de EEUU, Donald Trump.

«Ante el shock externo que estamos viendo, por prudencia, decidimos aumentar el nivel de superávit fiscal por encima de lo que habíamos estimado y propuesto al Fondo Monetario Internacional: este año llevaremos el 1,3% que teníamos como meta de superávit primario al 1,6%», explicó Caputo en la conferencia de prensa.

 

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