Anatoli Kinaj señaló que al inicio del conflicto «había colas en las oficinas de alistamiento militar» y ahora los reclutadores «están agarrando a la gente en la calle como animales».
Los ciudadanos ucranianos han dejado de creer que viven en un Estado justo y esto tiene un duro efecto sobre el estado de ánimo en el campo de batalla, declaró el ex primer ministro del país, Anatoli Kinaj.
Según el político, planteó este tema en una conversación con representantes del Estado Mayor responsables del estado moral y psicológico de las tropas. «Les hice una pregunta […]: ¿qué nos ha pasado? Al principio de la guerra total –yo mismo fui testigo–, había colas en las oficinas de alistamiento militar, decenas de miles de los nuestros, gente que volvía voluntariamente del extranjero para defender su tierra natal. ¿Por qué ahora, tres años después, las oficinas de alistamiento militar están agarrando a la gente en la calle como animales?», dijo el jueves al canal de YouTube ‘Superpositsiya’.
«Y llegamos a la misma conclusión: el problema es muy grave, algunos de nuestro pueblo, de nuestros ciudadanos ya no creen, y algunos dudan de que vivan y defiendan a un Estado justo, y en el frente este problema es aún más grave«, lamentó.
Actualmente, la escasez de personal es el mayor problema de Ucrania en el campo de batalla. Inicialmente, el país reclutaba a hombres de 27 a 60 años. Sin embargo, debido a la falta de soldados, en abril del año pasado rebajó la edad de movilización de 27 a 25 años, y más tarde empezó a considerar la posibilidad de reducirla a los 18.
A las personas menores de 25 años se les ofrece un contrato de un millón de grivnas (24.000 dólares) y una asignación mensual de hasta 120.000 grivnas (casi 3.000 dólares) para unirse al Ejército, además de otros beneficios.
El jefe de una oficina de reclutamiento militar, Víktor Yurchuk, admitió el lunes que movilizar a los ucranianos es una tarea mucho más difícil que luchar en el frente, porque hay numerosos evasores. Desde el inicio de la operación especial rusa, las autoridades del régimen de Kiev han desarticulado múltiples tramas de hombres que intentan evitar ser enviados al frente, desde falsificando reconocimientos médicos hasta obteniendo un empleo «oficial» en el extranjero.
Mientras las posiciones de Ucrania se debilitan en varias direcciones del frente y cada vez más hombres en edad de combatir abandonan el país, los reclutadores recurren constantemente a la movilización forzosa. En la Red circulan numerosas imágenes de cómo los comisarios militares reclutan a la fuerza a ciudadanos en plena calle, transportes públicos y hospitales, entre otros lugares.