En un contexto de volatilidad creciente, los bonos de deuda del país están disminuyendo su valor, una conducta poco común en periodos de crisis.
Los bonos del Departamento del Tesoro de EE.UU. se desplomaron el miércoles después de que entraran en vigor los masivos aranceles del presidente Donald Trump contra decenas de países, lo que ha reavivado los temores de fragilidad en el mayor mercado de bonos del mundo, informa Financial Times.
El mercado de bonos del Tesoro, que asciende a 29 billones de dólares, se había disparado en las últimas semanas, puesto que los inversores se han deshecho de acciones en favor de la seguridad de los bonos gubernamentales. Al mismo tiempo, los bonos del Tesoro experimentaron un aumento en sus tasas de rendimiento, un fenómeno poco común en contexto de volatilidad financiera.
Esta es la señal de que los inversores están abandonando los activos de bajo riesgo para optar por el efectivo debido a la actual volatilidad en los mercados. Desde este lunes los inversores habían acelerado las ventas de deuda, presionando al alza las rentabilidades mientras el precio cae.
Estas medidas plantean un nuevo desafío para la Administración Trump, que anteriormente había indicado que la reducción de los rendimientos de los bonos del Tesoro es uno de los objetivos de su política, por lo que se podría provocar la pérdida de confianza de los inversores en el mercado de deuda soberana más grande del mundo.
El rendimiento de los bonos a 10 años subió hasta un 4,51 % antes de retroceder al 4,45 %, mientras que los bonos a 30 años también registraron incrementos en sus tasas. Esto contrasta con las expectativas tradicionales de que los bonos del Tesoro actúan como un refugio seguro en tiempos de crisis, ya que en situaciones de incertidumbre los precios de estos activos suelen subir y sus tasas de rendimiento caen.
Tal situación tiene que ver con la política monetaria de la Reserva Federal de EE.UU., ya que se prevé que se tomen medidas agresivas con respecto a las tasas de interés, lo que, a su vez, afectaría la rentabilidad de los bonos a largo plazo. En consecuencia, los bonos han perdido atractivo y los inversores decidieron deshacerse de ellos, lo que acarreó una caída en los precios y un aumento en las tasas de rendimiento.
Por otra parte, se sugiere que China y otros países extranjeros, que en total poseen aproximadamente un tercio del mercado del Tesoro, también estaban liquidando sus tenencias de deuda.
La venta masiva de bonos reflejó la incertidumbre en los mercados vinculada con el temor a que la guerra arancelaria de Trump se intensificara y generara una desaceleración económica mundial que sacudiera a todos los activos.
- Los bonos de EE.UU. constituyen un refugio económico, por lo que la incertidumbre en este mercado influye negativamente en todos los sectores. De hecho, el incremento de las tasas de deuda en 1987 desencadenó el llamado ‘lunes negro’ en Wall Street, cuando el desplome histórico del Promedio Industrial Dow Jones produjo una caída del mercado bursátil mundial.