EE.UU. «se reconoce a sí mismo como un sujeto, aunque el más fuerte, ya no único y exclusivo en sus derechos, como en el período de la hegemonía universal», indica Fiódor Lukiánov.
El papel de EE.UU. en la agenda internacional sigue siendo extremadamente grande, pero Washington ya ha aceptado el avance del mundo multipolar, afirmó Fiódor Lukiánov, editor jefe de la revista Russia in Global Affairs, en un artículo publicado en Rossískaya Gazeta.
Según Lukiánov, si bien «deben producirse conmociones de proporciones catastróficas (similares a la desintegración de la URSS) para que EE.UU. quede fuera del grupo de los Estados más importantes para el equilibrio de poder», Washington «se reconoce a sí mismo como un sujeto, aunque el más fuerte, ya no único y exclusivo en sus derechos, como en el período de la hegemonía universal».
Así, el experto destacó que hoy en día hay un triángulo estratégico Washington — Moscú — Pekín, «donde dos ángulos forman activamente la configuración, y el tercero la cierra con su presencia». Además, en el círculo de actores que hacen a la construcción de la política mundial se encuentran, a cierta distancia del centro, la India y Europa, y varios países de diverso calibre que también tienen influencia en los procesos, como Turquía, Arabia Saudita, Irán, Israel y los aliados de EE.UU. en el Lejano Oriente, entre otros, añadió.
«Así es como se ve la multipolaridad real en abril de 2025. A finales del año, tal vez el panorama sea diferente«, subrayó.
Lukiánov señaló que el principal desafío de los países desarrollados es ahora la migración. Así, precisó que, por un lado, la afluencia masiva de población del sur al norte crea muchos problemas socioculturales en los Estados receptores, lo que conlleva crisis políticas, pero, por otro lado, sus propias economías necesitan personal que no pueden reproducir por sí mismas.