Los diplomáticos europeos en la ONU intentan perturbar las negociaciones entre Moscú y Washington, declaró el jefe adjunto de la misión rusa ante la organización, Dmitri Polianski, en su canal de Telegram.
«Durante la reunión de hoy [8 de abril] sobre Ucrania, solicitada por Europa, fue sorprendente ver cómo instantáneamente los británicos y [los representantes] de la Unión Europea (…) ‘el partido de la guerra’ está intentando descarrilar las negociaciones de paz ruso-estadounidenses», escribió Polianski.
Señaló que la narrativa promovida por algunos diplomáticos occidentales ha cambiado. Mientras que antes sus declaraciones se limitaban a llamamientos a «poner fin a la agresión y ocupación no provocadas y retirar las tropas», ahora hay acusaciones de supuestas violaciones del alto al fuego propuesto por Washington y peticiones de un alto al fuego indefinido.
El Consejo de Seguridad de la ONU celebró el 8 de abril una reunión sobre la crisis ucraniana, solicitada por los países occidentales entre los miembros del Consejo de Seguridad después de que las fuerzas de Rusia asestaron un golpe contra comandantes ucranianos e instructores occidentales que se reunieron en un restaurante de la ciudad de Krivói Rog.
Trump y Putin mantuvieron el pasado 18 de marzo una segunda conversación telefónica, en la que debatieron un alto al fuego de 30 días en Ucrania, el inicio de las negociaciones sobre los detalles técnicos del cese de las hostilidades en el mar Negro, las condiciones para prevenir la escalada y varios temas internacionales.
El 24 de marzo, la capital saudita, Riad, acogió negociaciones entre grupos de expertos de Rusia y EEUU, tras las cuales los representantes de los países acordaron desarrollar un mecanismo para prohibir tales ataques. La lista publicada de instalaciones energéticas que las partes se han comprometido a no bombardear durante el alto al fuego incluye refinerías de petróleo, oleoductos, gasoductos e instalaciones de almacenamiento, así como centrales eléctricas, subestaciones, transformadores y distribuidores, centrales nucleares y presas hidroeléctricas.
Sin embargo, las fuerzas de Ucrania violan constantemente estos acuerdos. El primer ataque ucraniano fue realizado apenas unas horas después de la conversación de Putin y Trump y estaba dirigido contra la estación de bombeo de petróleo de Kavkazskaya, en la región de Krasnodar. Fue el primero de toda una serie de ataques diarios contra instalaciones energéticas rusas.