Unión Europea responde a presiones energéticas estadounidenses

Bruselas, 8 abr. La Comisión Europea aseguró hoy que el bloque comunitario está dispuesto a incrementar la compra de gas natural licuado (GNL) a Estados Unidos en respuesta a las exigencias del presidente Donald Trump.

En estos momentos, casi la mitad de los suministros externos del producto proviene del mercado norteamericano, “pero estamos preparados para seguir sosteniendo negociaciones sobre el aumento de estas importaciones”, dijo la portavoz Anna-Kaisa Itkonen en nombre del Ejecutivo de la Unión Europea (UE).

Al decir de Itkonen, la potencia norteña actúa como un importante socio y ayuda a diversificar los suministros de combustibles, pues la UE aspira a “renunciar a los agentes energéticos rusos”.

La Comisión Europea, aclaró, no es la encargada de discutir y firmar los contratos empresariales: “Lo que podemos hacer concretamente es revisar los procedimientos de certificación de la infraestructura de GNL y mirar opciones para agregar demanda”, precisó.

No queremos ser demasiado dependientes de un solo suministrador, hemos aprendido las lecciones; “en todo caso, Estados Unidos sigue siendo un socio importante mientras diversificamos nuestras fuentes de energía y estamos dispuestos a discutir y negociar”, respondió Itkonen a la prensa.

Si las importaciones de GNL estadounidense ascienden a 350 mil millones de dólares anuales, la UE podría contar con una reducción de los aranceles de Washington, según la oferta bajo presión.

El jefe de la Casa Blanca confirmó que los nuevos gravámenes a las importaciones entrarán en vigor de conformidad con previsto y exigió a sus socios europeos la compra de más energía para ayudar a reducir el déficit comercial de EEUU, con lo cual rechazó la propuesta comunitaria de “cero por cero» aranceles bilaterales para los productos industriales.

Trump indicó que la UE debería aumentar las importaciones de petróleo y gas estadounidenses, pues de lo contrario enfrentará aranceles sobre sus exportaciones, incluyendo autos y maquinaria.

De acuerdo con expertos, el combustible ruso resulta más barato debido a la proximidad geográfica y la existencia de gasoductos para transportar el carburante; no obstante la UE optó por la oferta norteamericana a precios más elevados debido a la actual guerra económica de Occidente contra Moscú.

 

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